El miércoles se dará a conocer el proyecto de rehabilitación de La Panificadora. Después de cinco semanas valorando las 34 propuestas arquitectónicas que participan en el concurso, los 15 miembros del jurado, que integran representantes del Concello, Zona Franca y el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), elegirán el diseño más interesante para transformar esta pieza clave del entramado urbano de la ciudad.

El ganador recibirá 50.000 euros por el trabajo de diseño y se reservan otros 74.657 para que asuma la redacción de los instrumentos de planteamiento necesarios para ejecutar la obra que promueve el Concello en colaboración con Zona Franca. La administración local reserva en sus presupuestos de este año 2,5 millones de euros que se destinarán en su mayoría a la adquisición de suelo para extender el proyecto hasta Praza do Rei, mientras que el Consorcio incluye en sus cuentas cuatro millones para la obra.

VÍDEO | Un paseo por las entrañas de La Panificadora. // J. Pastoriza, A. Villar

El proyecto afecta a un ámbito de 14.000 metros cuadrados, 12.000 que ocupan La Panificadora y algunas fincas próximas que se optó por incorporar a la actuación. El planteamiento municipal pasa por que Zona Franca aporte dos tercios del coste y se quede con una parte proporcional de los nuevos espacios y que el tercio restante salga del gobierno local, que dispondría de espacio para oficinas, salas de exposiciones y hueco para la demandada Biblioteca del Estado.

GALERÍA | Estado de la antigua factoría el pasado agosto. // A. Villar

Pero serán ahora los equipos de arquitectos los que concreten qué partes de la antigua factoría pueden mantenerse y cuáles deben ser retirados y hagan una primera propuesta de a qué se destinarán los espacios que surgirán tras la rehabilitación. El gobierno local conocerá en tres días la solución que mejor resuelve la necesaria integración con Praza do Rei y el mantenimiento de los característicos silos. Será a partir de entonces cuando se empiecen a poner cifras a un proyecto para el que no existe una valoración aproximada por parte del Concello. La parte más compleja es la adquisición del suelo. Se plantea como primera opción negociar con los propietarios antes que iniciar la expropiación de la finca.