El quimiquero Alsterstern zarpó anoche del puerto donde llevaba un mes atracado tras su rescate a 70 millas al oeste de Ons por una avería en la máquina. Se hizo a la mar a las pocas horas de que Capitanía Marítima levantase la orden de inmovilización que había decretado el 14 de febrero después de que sus inspectores detectaran numerosas deficiencias de seguridad en el mercante, de armadora canadiense y con bandera de islas Marshall. Todas estas carencias fueron subsanadas, como comprobaron ayer por la mañana los mismos inspectores durante una segunda revisión, pero aunque el buque pudo soltar amarras de Vigo la compañía propietaria, Coastal Shipping Ltd., tendrá que hacer frente a una importante multa. Por el estado que presentaba el barco, la Dirección General de la Marina Mercante ha abierto un expediente a su armadora por infracciones graves que podrían derivar en una sanción de hasta 800.000 euros.
Inspectores de Capitanía Marítima de Vigo encargados de los controles del París MOU -la organización internacional que vela por la calidad del funcionamiento de los buques que transitan por aguas de 27 países costeros- volvieron en la mañana de ayer al Alsterstern para certificar la completa rectificación de las deficiencias técnicas y operacionales descubiertas hace 15 días. Como adelantó FARO se trataban de fallos técnicos importantes que "bien individualmente o en su conjunto, constituyen claramente un peligro para la seguridad de la navegación, la seguridad de las futuras operaciones de carga de hidrocarburos que pudiera realizar en otros puertos europeos, así como para el medio ambiente marino o su tripulación a bordo".
Los funcionarios vigueses iniciaron el chequeo a las 11.30 horas y acabaron pasadas las tres de la tarde. Casi cuatro horas de exhaustiva revisión a lo largo (161 metros) y ancho (23) del barco que depararon un resultado "satisfactorio" , por lo que Capitanía Marítima retiró de inmediato la orden de inmovilización. Fuentes portuarias destacaron la "activa colaboración" para corregir las deficiencias por parte del consignatario Pérez Torres, los peritos de la sociedad de clasificación DNV-GL, miembros de la administración marítima de Islas Marshall desplazados a Vigo así como del capitán y jefe de máquinas del Alsterstern, ambos canadienses. Todos los implicados, según las mismas fuentes, reconocieron ante los inspectores que "el buque y su tripulación navegaría ahora en condiciones óptimas de seguridad".
Pero el mal estado del barco cuando navegaba por aguas gallegas pasará factura a la armadora. El expediente sancionador abierto por la Dirección General de Marina Mercante contra Coastal Shipping Ltd. se formula por supuesto incumplimiento de dos conceptos del reglamento que regula las inspecciones de buques extranjeros en puertos españoles (Real Decreto 1737/2010, de 23 de diciembre). Por la infracción del primer concepto, "contra la seguridad marítima", la multa alcanza hasta 180.000 euros; y por la del segundo, "contaminación del medio marino", hasta 601.000 euros.
Rumbo a China, donde la compañía intentará venderlo
- "Que te rescaten tu barco por una avería y al final lo retengan en puerto es una faena para cualquier armadora", comentaban ayer en el muelle de Comercio. Durante su mes en Vigo, el Alsterstern solo se movió para desplazarse a este último muelle procedente del de Areal, donde sufrió la revisión que motivó su inmovilización. Tanto tiempo parado que su tripulación -formada por dos canadienses y 17 filipinos- comenzaba a desesperarse. Aunque tampoco su salida de Vigo despeja su futuro laboral. La compañía propietaria ordenó al quimiquero poner rumbo a China con intención de venderlo. Una decisión provocada tal vez por la experiencia vivida en Galicia. En la imagen, los inspectores vigueses, ayer en el barco.
