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Fomento retrasa ahora hasta febrero de 2018 el plazo para acabar la ampliación de Rande

Toma como referencia los 36 meses recogidos en el convenio de 2011 a pesar de que, hasta ahora, fijaba su fin en abril -Audasa incumple el período de las obras tras intentar cambiar el proyecto

Obras de ampliación en el viaducto de Rande, donde ya se aprecian los nuevos carriles. // R. Grobas

Cambio de criterio en Fomento sobre los plazos de la obra de ampliación de Rande. Aunque durante meses el ministerio recalcó que los trabajos debían finalizar en abril, desde el departamento que dirige Íñigo de la Serna se sostiene ahora que la concesionaria dispone de 12 meses más, hasta febrero de 2018. La razón, explica Fomento, es que el convenio suscrito en 2011 entre el por entonces ministro, José Blanco, y la gestora de la AP-9, Audasa, contemplaba que las obras durasen 36 meses. Al haber arrancado hace dos años, ese margen todavía expiraría -insiste el Gobierno- dentro de un año.

Ese calendario no coincide sin embargo con el que manejaba hasta ahora el ministerio. En mayo de 2016, durante una visita al Círculo de Empresarios, en Vigo, la extitular de Fomento, Ana Pastor, recordó que las obras tienen "un plazo" y concretó que este finaliza en abril de 2017; es decir, en cuestión de semanas. Pastor fue especialmente beligerante a la hora de vigilar que el proyecto en el viaducto avanzase respetando el cronograma pactado. Durante su mandato el ministerio llegó a reunirse con responsables de Audasa para abordar el ritmo de las obras y la parálisis que padecieron durante meses.

La fecha de abril no era aleatoria. Coincide con el plazo de 23 meses en el que la UTE escogida por Audasa se comprometió a terminar la ampliación. Desde Fomento se sostiene ahora, sin embargo, que una cosa es el contrato entre Audasa y las constructoras; y otra el convenio firmado por el ministerio y la concesionaria en 2011. Este último -recalcan- es el que tiene "valor jurídico a efectos de la Administración General del Estado". Y en ese documento el período de obras se fija en 36 meses. Por esa misma razón tampoco valoran aplicar penalizaciones aunque los trabajos se prolonguen más allá de abril. "Legalmente no podemos", anotan. De hecho, reconocen que Audasa les ha transmitido que no acabará la obra antes del verano. Como FARO ya publicó entonces, la concesionaria de la AP-9 decidió hace meses posponer el final de las obras hasta, al menos, agosto.

El anuncio de licitación de la ampliación de Rande se lanzó a mediados de 2014. Según recoge su texto oficial, publicado en el BOE el 27 de mayo, las condiciones mínimas de la convocatoria era ajustarse a un presupuesto de 143,91 millones de euros y acometer las obras en 30 meses, medio año menos que lo contemplado en el convenio de 2011. Por la obra pugnaron las principales constructoras del país. Meses después, en enero de 2015, el BOE publicaba otro anuncio con la adjudicación del proyecto, que recayó sobre una UTE formada por Dragados y Puentes y Calzadas. Su propuesta aventajó a las de sus competidoras entre otras razones por el plazo en el que afirmaba que podría terminar las obras: 23 meses. Ese compromiso fue el que se anunció entonces. Y también el que se reiteró tiempo después, cuando se iniciaron los trabajos para la ampliación del viaducto y sus accesos en los márgenes de Teis y O Morrazo.

A punto de expirar ese período el retraso en las obras del viaducto es más que evidente. Aunque en los últimos meses se ha avanzado de forma notable y el puente está flanqueado por grúas, luce gindastes y andamios, registra un movimiento constante de operarios y camiones... Quedan aún mucho trabajo por hacer, como la instalación de las dovelas y los nuevos tableros que sobrevolarán la ría.

El retraso se debe a que durante meses la obra estuvo prácticamente congelada. Aunque la ampliación arrancó el 27 de febrero, con un acto institucional, durante los meses siguientes solo se realizaron catas, exámenes puntuales del estado de los tirantes... Poco después se desveló que la razón de esa parálisis es que Audasa y la UTE estaban intentando cambiar el proyecto acordado con Fomento.

En vez de añadir nuevos tableros planteaban aprovechar la infraestructura existente. El ministerio lo rechazó. E incluso el Abogado del Estado alertó de que ese cambio podría acarrear que otras empresas que optaron al concurso presentasen reclamaciones.

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