Del castillo de San Sebastián apenas se conservan los muros de su lado norte, dos garitas y una de sus entradas. Situado sobre un montículo en la parte baja de O castro fue construido en el siglo XVII por la necesidad de defensa de la ciudad de Vigo frente a los piratas ingleses, aliados de los portugueses en la Guerra de la Restauración de Portugal (1640-1668). En la actualidad esas antiguas defensas esconden varios túneles en su interior. "Su entrada está algo escondida y en mal estado, pero una vez superada se accede a varias galerías de la época que pasan bajo el propio castillo", precisan los Montañeros.

Recorrerlos entraña una enorme dificultad. "Son similares a catacumbas y caminar por su interior requiere de un esfuerzo titánico", inciden. Su entrada principal tiene una estructura en muy buen estado. Tal vez por esta razón los metros iniciales acabasen convertidos en un estercolero, con restos de basura y otros más desagradables, prueba del paso de personas. En cambio, Diego Moreira describe que "en un lateral de la sala, detrás de una piedra empieza la galería bajo el castillo; una galería con otro túnel anexo por la que solo gente pequeña o hábil logra pasar. Esta zona sí está tal cual se dejó de usar en la época".

Por su apariencia, el grupo de Montañeros sostiene que podría tratarse de una posible vía de escape del castillo, "pero su finalidad posiblemente sea la de un canal de agua, debido a la inclinación y desbaste de la caseta de piedra de acceso que junto a otros túneles de la zona servirían para llevar agua desde el castro hasta A Laxe".