La comitiva de europarlamentarios de la Comisión de Pesca concluyó ayer su visita de tres días a Vigo para conocer las instalaciones portuarias y su industria transformadora y recabar a través de reuniones con distintos colectivos los problemas que afectan a su competitividad. La delegación comunitaria, encabezada por su vicepresidente, Werner Kuhn, abordó en estos encuentros -entre otros, con la Agencia Europea de Control de la Pesca, Conxemar y Cooperativa de Armadores y Autoridad Portuaria- la importancia de Vigo para las importaciones a la Unión Europa, el futuro de la política pesquera, la lucha contra la pesca ilegal, las trabas en el PIF y la problemática de la "doble sanción" a la flota.
Kuhn no ofreció detalles de las numerosas reuniones mantenidas, como la del polémico Puesto de Inspección Fronterizo (PIF), ni con la directiva de Conxemar que sitúa a los funcionarios de ese puesto como responsables del desvío de contenedores a Portugal. El europarlamentario se limitó a decir que recabaron "todas las versiones".
Más allá del resumen políticamente correcto, Kuhn explicó que la UE tiene 500 millones de consumidores y su producción "tan solo cubre una tercera parte de la demanda de abastecimiento con productos del mar". Ante este escenario incidió en que es necesario llegar a cubrir el 50% de la demanda, lo que "sólo se va a consumir gracias a la acuicultura, y para eso se requerirán ayudas desde Europa".
La comitiva la completaban Norica Nicolai, Marco Affronte, y los gallegos Francisco Millán Mon, Lidia Senra y José Blanco, aunque el exministro de Fomento en el Gobierno de Zapatero sólo participó en el encuentro del lunes en la agencia europea. Desde ese día, el veterano socialista no volvió a aparecer en ninguno de los actos de la agenda planificada desde hace un mes. Su ausencia no pasó desapercibida y hasta sorprendió a sus colegas europarlamentarios.
Desde la comitiva se dijo que Blanco "tuvo que irse a Madrid", lo que disparó los comentarios en Vigo, sobre todo entre las filas del PP, donde hablaban de una "espantada". En el sentido de que Blanco tal vez optara por descolgarse a última hora de la visita oficial para esquivar preguntas incómodas, como las referentes a su responsabilidad en dejar al de Vigo fuera del los 94 puertos principales de la Red de Transeuropea de Transportes.
