"Hay preocupación. O eres competitivo, o te borran del mapa". La reflexión, expresada con diferentes palabras, con un tono más o menos perentorio y distintos matices, la comparte el grueso de la comunidad portuaria de Vigo. La ofensiva que acaba de presentar Portugal para reforzar el puerto de Leixões con una inversión de 430 millones de euros -suma de fondos comunitarios, de las arcas lusas y una fuerte apuesta privada- ha despertado la "preocupación" de las empresas que trabajan en los muelles olívicos.

Consignatarios, transportistas, armadores, fabricantes de conservas... recuerdan que Leixões ya arrebata cada año 57.000 toneladas de pesca congelada a Vigo gracias a su mayor agilidad en el despacho de mercancía y advierten de los riesgos de que la terminal portuguesa refuerce su competitividad. No es un temor infundado. Durante la presentación del plan de inversiones que se activará en Matosinhos entre 2017 y 2026, la propia ministra lusa del Mar, Ana Paula Vitorino, reconoció que su equipo persigue un doble objetivo: consolidar el peso de Leixões en el noroeste peninsular, donde ya juega un papel destacado; y "ampliar la zona de influencia en España".

Para atajar esa competencia creciente de Oporto, los operadores de Vigo urgen a las administraciones españolas que adopten una "estrategia conjunta". Y les señalan algunas de las cuestiones "clave" que -a su juicio- deben solventarse de forma prioritaria: las trabas burocráticas del Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) de Guixar, desbloquear la Ventanilla Única Aduanera, activar la Plataforma Logística de Salvaterra-As Neves (Plisan) o dotar a los muelles de una buena conexión ferroviaria para el movimiento de mercancías.

En este último punto pone el acento el presidente de Praza da Estrela. Enrique López Veiga insiste en las ventajas competitivas de Vigo, donde el calado ronda los 16 metros frente a los 10 o 12 de Leixões, lo que sitúa a los muelles olívicos en una posición privilegiada para recibir grandes trasatlánticos; pero también recalca la importancia de alcanzar la "intermodalidad". "Tenemos que estar conectados por ferrocarril, es algo necesario para el futuro" -subraya- "Oporto va a estar conectada con el corredor central y nosotros no podemos quedarnos atrás, descolgados". En opinión del responsable de la terminal olívica, "si no conectamos este puerto con el corredor central, lo condenamos a muerte a medio plazo".

El puerto ultima un plan estratégico que definirá las líneas maestras para las próximos dos décadas, aunque López Veiga ya identifica una tarea que debe "resolverse con urgencia": "Estamos perdiendo tráficos por causas administrativas y eso tenemos que revisarlo. La administración española es demasiado lenta y así no vamos a ningún lado".

A una conclusión similar llega el veterano consignatario Juan Martínez, de Kaleido, quien advierte de que Oporto "nos va a quitar tráficos si nosotros no mejoramos nuestra competitividad". "Tenemos que reducir costes, agilizar tramitación administrativa, tener plataformas logísticas bien vinculadas al puerto... Está clarísimo", concluye. Aunque en su opinión, Vigo cuenta con la gran baza de su calado, Leixões ha sabido sacar mucho más provecho de su superficie: "Tiene un tercio de los metros cuadrados de Vigo y mueve tres veces más contenedores".

Desde la Cooperativa de Armadores de Vigo, su presidente, Javier Touza, destaca la "inteligencia" de la inversión portuguesa y aboga por las ventajas de apostar por infraestructuras materiales -Leixões construirá una nueva terminal-, pero también por las "intangibles", como la ventanilla única o la administración electrónica.

"Deberíamos tener una estrategia a corto, medio y largo plazo... Saber qué queremos ser", anota Touza, convencido del riesgo que representa cualquier desvío de tráficos. "Cuando se pierden es muy difícil recuperarlos". Para evitar esa fuga, el responsable de Arvi anima a mejorar el transporte de ferrocarril para mercancías, optimizar los espacios portuarios o impulsar la Plisan.

"Se necesita una actuación global en el puerto en todas aquellas cuestiones en las que se detecte que hay una falta de competitividad", insiste el secretario general de Anfaco-Cecopesca, José Manuel Vieites, quien señala que las administraciones deben "tener en cuenta las necesidades de los usuarios". "Si no se ponen las medidas adecuadas para resolver los problemas de competitividad que tiene el puerto de Vigo eso conllevará que las empresas vayan al sitio más competitivo en costes y con más facilidades".

También Carlos Quintanilla, gerente de la Asociación de Transportistas de Contenedores (ATC), advierte del riesgo de una fuga de tráficos y actividad: "Mientras en Portugal hablan de inversiones millonarias, nosotros hablamos del chocolate del loro y tonterías; no de preocuparnos por las infraestructuras". En su opinión, urge fijar "unos objetivos comunes" y "superar ya" los problemas del PIF, la modernización de la estiba y la ventanilla única. "Hablamos de problemas absurdos, autogenerados por nosotros mismos", remacha. También la secretaria de la Federación de Usuarios del Puerto, María Jesús Pérez, admite su preocupación por la creciente competencia que ejerce Leixões. "Hay que acelerar el plan de mejora competitiva. No podemos quedarnos atrás", apremia.

Desde Puertos del Estado se recuerda que los puertos gallegos recibirán entre 2017 y 2020 "más de 252 millones, a parte de las inversiones de los planes de conectividad terrestre portuaria". También avanzan que el Plan Estratégico de Vigo "completará importantes inversiones en ampliación de muelles y terminales, mejoras en las conexiones ferroviarias y la puesta en marcha de la Plisan".