Povisa llevará un exhaustivo control de las dosis de radiación que reciben los pacientes en los procedimientos de radiología intervencionista y en las decenas de miles de pruebas de imagen que realiza en sus dos equipos TC -antiguos TAC- al cabo del año. El hospital concertado se encuentra en pleno proceso de implantación del software más desarrollado que existe en el mercado para calcular y almacenar estos datos, así como para establecer alarmas que adviertan a los facultativos si se están sobrepasando los niveles recomendados.

Un TC de abdomen o pelvis -la prueba que más carga tiene de todas las que usan radiación- supone para el paciente el efecto equivalente a 500 placas de tórax o a cuatro años y medio de la radiación natural a la que estamos expuestos. Si una persona se realizara diez de estos procedimientos en un plazo de seis meses, la probabilidad de sufrir leucemia, cáncer o efectos genéticos a largo plazo se incrementaría en un 0,5%. Es alrededor de este umbral en el que, de forma provisional, Povisa ha puesto la alarma. Que los médicos dispongan de esta información antes de prescribirla, le permitirá valorar si es mejor aplazarla u optar por una alternativa, siempre que prescindir de ella no suponga mayor perjuicio para el paciente que la radiación.

Medir y registrar la radiación que se da a un paciente en pruebas TC y radiología intervencionista va a ser una obligación a partir de 2018, debido a la normativa Euratom. Povisa se ha adelantado a este proceso y ha optado por el software más desarrollado del mercado -Radimetrics, de Bayer- y que solo tienen otros dos centros en España. Así lo explica el jefe del Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica, Juan García. Con la estrecha colaboración del Departamento de Informática y del Servicio de Radiodiagnóstico lo han instalado entre noviembre del año pasado y el pasado mes de enero. Ahora, están en proceso de implantación y de formación del personal. En los casi dos meses que lleva en funcionamiento, ya ha medido y registrado casi 5.000 procesos.

El software calcula y almacena en una base de datos distintos parámetros que cuantifican la dosis de radiación recibida e, incluso, hace una estimación por cada órgano y tejido del cuerpo.

Aunque la legislación obligará a medir la radiación, no fija límites. Los profesionales de Povisa, en la actualidad, están debatiendo en qué nivel fijan los umbrales de alarma en base a las recomendaciones de autoridades sanitarias y organizaciones de reconocido prestigio. El objetivo es detectar tanto las exploraciones que han supuesto más radiación para el paciente como los que han sido explorados en repetidas ocasiones. Con el elevado volumen de información que genera este software y la facilidad de lectura con gráficos podrán, por ejemplo, detectar los puntos de mejora en los procedimientos para poder reducir las dosis.