Una espectacular explosión de dos desodorantes en una casa de Beade derribó ayer tres tabiques y provocó un boquete en el techo. Los aerosoles, presentes en cualquier ambiente, suponen un riesgo potencial en caso no solo de incendio sino también por exposición prolongada al sol, variando su virulencia en función del contenido.

Estos productos llevan un gas que, al experimentar un cambio brusco de temperatura, pueden provocar su expansión violenta, generando una detonación similar incluso a la de una bomba.

Los vídeos mostrados a continuación recogen dos ejemplos de la fuerza que puede llegar a alcanzar un estallido de estas características que ayer mismo se registraba en una vivienda de Vigo:

Otro vídeo de deflagración: