El gerente del área sanitaria de Vigo, Félix Rubial, rechaza opinar sobre la denuncia del 87% de los médicos del Servicio de Urgencias del Álvaro Cunqueiro que se encuentran en "una situación límite profesional y anímicamente". Sin embargo, considera que en la carta que le han remitido estos facultativos a él y al conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, sí hay algunas "propuestas muy razonables".

Rubial, que asevera que recibió el lunes la misiva que ayer publicó FARO, sostiene que ahora deberá analizar las reclamaciones "con los responsables médicos" para poder ofrecerles una respuesta.

Cuarenta y ocho de los cincuenta y cinco médicos de urgencias del Álvaro Cunqueiro suscriben una carta en la que urgen a la Administración a adoptar medidas ante la "sobrecarga laboral" que aseguran que sufren y los problemas de estructura de los que adolece el servicio.

Reclaman más personal. En concreto, la incorporación de dos equipos de trabajo más -con su médicos, sus enfermeras, auxiliares, celadores...- para sumarse a los seis existentes y poder ofrecer "una atención mas racional y ajustada a lo ratios recomendados". Para que estos puedan trabajar, hay que dotarlos de espacio físico, por lo que piden que se les creen cuatro boxes a cada uno, así como otros tantos para un noveno equipo que se contrate "de refuerzo" para picos de demanda.

El Sergas insiste en que se incorporaron al servicio 30 profesionales más -de todas las categorías-, hasta los 322, desde que se trasladó al Cunqueiro.

En cuanto a los "problemas" de estructura, los médicos denuncian que estos "dificultan tanto la actividad laboral como la intimidad" tanto de profesionales como de pacientes, afectando "de forma manifiesta" la confidencialidad de los datos de los usuarios. "Hecho este inquietante por las consecuencias ético-legales que pudieran acarrear", subrayan. Entre otras cuestiones, solicitan un espacio específico para facultativos de urgencias en el que puedan compartir información sobre los casos; una sala para aplicar enemas con las necesarias condiciones de intimidad; dos zonas de confort para enfermos en situación terminal o una habitación para albergar a los pacientes pendientes de ingreso y que estos no saturen los boxes.

El gerente insistió en que están en licitación los trabajos para colocar muretes de separación que den mayor intimidad en una de las dos alas de boxes, pero rechaza la reforma del servicio -anunciada ya hace un año- mientras no haya un consenso de todo el servicio sobre el nuevo diseño.