- Ya no hay capos gallegos de la droga tan carismáticos ni tan conocidos como antaño, ¿cuál es el perfil ahora?

- Las organizaciones que había antiguamente quizás se hicieron más carismáticas porque crecieron mucho durante mucho tiempo, se tardó en poder llevarlas ante los tribunales. Además aquellas redes o sus jefes gozaban de cierto respeto en la sociedad, lo que contribuyó a esa fama o leyenda. ¿Qué pasó con el tiempo? Que hubo muchas redes a las que no se les ha dejado llegar más allá y no adquirieron protagonismo. Y hoy trabajan más en el anonimato y la discreción. Son menos conocidos, se habla menos de ellos y la sensación social es diferente.

- ¿Se sabe ya quién le sucederá como fiscal antidroga en la provincia? ¿Qué retos tendrá?

- Aún no hay sucesor. Pero existe un proceso de nombramiento y en los próximos días seguramente pueda haberlo ya. Y sobre los retos, quizás uno de los mayores problemas ahora es que existe una cierta reincidencia en el tráfico de drogas. Hay que intentar acabar con esto. Otro reto es frenar el aumento del tráfico de heroína.

- ¿Y su reto ahora en su nuevo destino en Madrid?

- La secretaria técnica de Fiscalía General del Estado es un órgano que realiza estudios, informes... para elaborar las instrucciones, circulares y consultas que tienen como fin conseguir la unidad de actuaciones de todas las fiscalías españolas. La parte más bonita de este trabajo es poder conocer en detalle toda la Fiscalía española. Y que podré formarme más en formación jurídica. Mi nombramiento depende ahora del Consejo de Ministros y de la publicación en el BOE. Espero que sea inminente.