Los técnicos municipales acudieron ayer al estadio de Balaídos para certificar el final de las obras, que concluyeron el viernes, en una superficie de 350 metros cuadrados pese a que la zona afectada fue de 18 metros cuadrados. "Se han mejorado notablemente las condiciones de seguridad de la cubrición de la grada de Río existentes con anterioridad al vendaval, no solo en la superficie afectada durante el mismo sino también en los ámbitos más expuestos de la cubrición", dice el informe técnico. Los trabajos consistieron en el recorte de los trozos con riesgo de caída, el aseguramiento de la pieza de subestructura que se desplazó sin llegar a desprenderse, la fijación de las chapas existentes que mostraban también desplazamiento y a mayores el aseguramiento de los anclajes de las chapas con mayor debilidad.

"Las reparaciones fueron para reforzar toda la zona circundante a la del desprendimiento en un 35 por ciento de su capacidad de resistencia", explicó Abel Caballero, que también acudió ayer por la tarde al campo municipal. Ante los medios de comunicación, el alcalde felicitó el trabajo "excepcional" realizado por los bomberos y ratificó que el encuentro contra el Shaktar de este jueves correspondiente a la Europa League se celebrará con "seguridad".