El censo de perros "potencialmente peligrosos" crece imparable y a finales de 2016 ya superaba, de lejos, los 1.100 ejemplares. Son un centenar más que en 2015, doscientos más que 2014 y más del doble de los que tenía registrados el Concello hace poco más de un lustro, en 2010, cuando constaban menos de medio millar. Desde que se creó el censo en 2002, coincidiendo con la publicación de un Real Decreto que describe los tipos de infracciones que pueden cometer los dueños, el número de canes considerados "potencialmente peligrosos" en Vigo se ha disparado.
Desde la Concellería de Medio Ambiente ya señalaban hace varios años que el repunte se debe a varios factores. A la moda, que ha convertido en muy populares algunas razas de este tipo, disparando sus ventas. Pero también, y de forma especial, al exhaustivo control que realiza tanto la Policía Local como la Autonómica. Como recoge la ordenanza municipal, los dueños de estos canes están obligados a tener una licencia y su mascota debe estar censada. Otro factor -comenta el Concello- es que no todos los dueños dan de baja a sus perros cuando estos fallecen.
Por razas, la más popular en Vigo es el pitbull terrier, con 251 ejemplares, medio centenar más que hace dos años. Le sigue el american stafforshire terrier, con 213; y el rottweiller, de los que había 209 a finales del año pasado. En el ránking destacan también el stafforshire bull terrier (154), los doberman (67) y el dogo de burdeos (34). El censo elaborado por la Concellería de Medio Ambiente contabiliza otros 119 cruces con razas "potencialmente peligrosas" y ocho canes que, aunque no se incluyen en el listado oficial, sí comparten sus características.
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La ley establece que los dueños de este tipo de mascotas, con rasgos similares a las del listado, deben cumplir con las mismas obligaciones. En concreto, se citan como peculiaridades que se deben tener en cuenta en el can su "fuerte musculatura", constitución "atlética", las mandíbulas "grandes y fuertes, con boca robusta, ancha y profunda" y su tamaño.
La legislación es muy estricta también con los dueños. Para obtener la licencia municipal necesaria debe acreditar que no ha sido condenado por delitos como el homicidio, lesiones, torturas, narcotráfico, atentar contra la libertad sexual o asociación con banda armada. También está obligado a aportar un certificado de aptitud psicológica y un seguro de responsabilidad civil por si el animal ocasionase daños a otras personas. En ningún caso el propietario podrá entrenarlo para potenciar su agresividad y, si el can se destinase a vigilancia o defensa, deberá ser un experto el que lo prepare.
Cuando se incumple alguno de estos requisitos u otros, como pasear al perro sin bozal ni correa, los agentes realizan intervenciones. A finales de 2014 la Policía Local había realizado 32. Los años anteriores el número de actuaciones osciló entre las 20 y las 30. El objetivo es evitar incidentes como el ocurrido en julio de 2015 en Navia, cuando un perro mordió a una niña de cuatro años en la cara.
