Con alerta roja en el mar durante toda la madrugada y hasta las tres de la tarde -a partir de esa hora el nivel se rebajó a naranja-, el oleaje en la comarca viguesa no fue sin embargo tan intenso como el que se registró durante la jornada del jueves. Si ese día en la boya de Cabo Silleiro se recogieron olas que se situaban por encima de los 11 metros, ayer el registro más elevado fue concretamente de 9,61: el dato se recogió a las seis de la mañana.

Pese a no mostrar tanta fuerza como durante la jornada anterior, el oleaje volvió a dejar imágenes espectaculares en zonas como A Guarda y Baiona. Las olas, además, fueron las causantes de los destrozos en un paseo de madera en una playa de la localidad de Nigrán. Y otro día más la flota pesquera permaneció amarrada ante la imposibilidad de salir al mar.