Madrileño de ascendencia gallega, Marcos Ramos veraneaba cada año en Pontevedra y su pasión por el mar y disciplinas como la biología o la geología le animaron a instalarse aquí para estudiar Ciencias del Mar. "No quería dedicarme a un trabajo de oficina o sedentario, buscaba algo distinto", explica este exalumno de la tercera promoción que por entonces aún no se imaginaba que acabaría en el Ejército.
-La suya es una trayectoria bastante atípica, entró en la Armada después de titularse en la Universidad de Vigo.
-Al salir de la Universidad estudié un máster y trabajé, pero no había estabilidad y pensé que en la Armada podría desarrollar mi profesión. Accedí como militar de complemento en 2005/6 y solo tuve que hacer un año de formación aquí en Marín. Fue un poco aventurado porque no tenía referencias pero me lancé porque pensaba que habría alguna posibilidad de aplicar lo que había estudiado.
-Y así ha sido, ¿cuáles son sus responsabilidades como coordinador ambiental?
-Mi llegada a Marín coincidió con la consecución de la certificación ambiental ISO 14001 y mantenerla exige una gran cantidad de procedimientos relacionados con la formación del personal, la gestión de residuos, la aplicación de las novedades legislativas, el seguimiento de las emisiones de las calderas o la prevención y la realización de ejercicios anticontaminación. Además el centro debe superar auditorías externas e internas anuales para mantener y renovar la certificación.
-¿Es la gestión ambiental una prioridad para la Armada?
-Desde hace bastantes años la política del Ministerio de Defensa va en esta línea y en temas medioambientales podemos decir que estamos mejor que otras administraciones. Todas las unidades contamos con sistemas de gestión ambiental certificados. Yo participo en las auditorías de otros centros como el de Ferrol y he comprobado que medioambientalmente estamos muy bien.
-¿Implica alguna diferencia la condición militar para mantener la certificación?
-Ninguna. Es una norma civil exactamente igual para todos. Sí nos diferencia que contamos con un almacén de residuos peligrosos para pilas, productos químicos, aceites de barcos o mezclas de hidrocarburos. Son los mismos que tiene cualquier empresa, pero nosotros disponemos de un punto limpio para depositarlos y gestionarlos. Actualmente, no todas las unidades tienen sistemas de gestión ambiental, por ejemplo, los barcos de la Armada, porque sus características dificultan la implantación. Pero se podría llevar a cabo y es una de las líneas de trabajo en las que se está haciendo un esfuerzo.
-¿Se encuentra a gusto en su labor como docente?
-Sí, me gusta. Además de impartir una parte de la asignatura de Tecnología Ambiental también doy clases como responsable del servicio de Prevención de Riesgos Laborales y charlas de formación y sensibilización a los alumnos y militares que trabajan aquí sobre la gestión medioambiental.
-¿Y están concienciados?
-Mi objetivo es ése y se ha mejorado mucho. Todos conocen los procedimientos y las buenas prácticas enfocadas a nuestro trabajo.
-El Centro Universitario de la Defensa (CUD) de Marín empezó a impartir el grado de Ingeniería Mecánica en 2010 como centro adscrito a la institución viguesa, ¿cómo ha contribuido a las relaciones entre ambas?
-Ya ha salido la primera promoción. Las relaciones institucionales han mejorado y es interesante porque implica un intercambio de conocimientos y de personal. Los alumnos de la Escuela de Marín tienen la oportunidad de formarse y de salir con un título. Para ellos implica una mayor carga de trabajo pero les compensa. Es una posibilidad que beneficia a los alumnos, a la Armada y al Ejército.
-¿Ayuda también a que la Armada se conozca más en la sociedad?
-No sé si llega a traducirse en un mayor conocimiento, pero para la Armada y el Ejército en general es importante aumentar la apertura al exterior.
-¿Recomendaría a los titulados buscar un camino profesional en el Ejército?
-Hay años en los que salen más plazas que otros. Yo accedí como militar de complemento, pero hay otras vías. Es posible entrar a formar parte del Cuerpo de Ingenieros o del de Intendencia si se han realizado carreras de Economía, Empresariales o Derecho. Pero es importante, si no tener vocación, al menos que no te disguste la cuestión de la disciplina y el régimen de vida inherentes al Ejército. Aunque yo pude quedarme en Marín, es habitual tener que cambiar de destino. Existe una idiosincrasia que hay que conocer y valorar porque la vida militar es sacrificada.
