El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, comunicó ayer antes del inicio de la comisión de seguimiento de la Ciudad de la Justicia de Vigo que la primera fase de las obras, por 3,2 millones de euros, comenzará en mayo, dentro de tres meses, con la demolición de parte de las estructuras existentes, entre ellas el vaciado del interior de la torre del antiguo hospital Xeral para que pueda adaptarse a los nuevos usos judiciales.

Ante los medios de comunicación, Rueda explicó que el arquitecto ganador del concurso de ideas y, por lo tanto, encargado de la redacción del proyecto, el vigués Alfonso Penela propuso dividir el proyecto en dos fases, "una de demolición de parte de las estructuras existentes y otra de la ejecución ya propiamente dicha", aseveró el vicepresidente.

El proyecto de demolición, correspondiente por lo tanto a la primera fase, fue entregado este martes a la Xunta, según explicó Rueda, y cuenta con un presupuesto inicial de 3,2 millones de euros. "Lo que haremos inmediatamente será licitarlo para adjudicarlo y que en el mes de mayo puedan empezar las obras de demolición", aseveró. De "forma paralela", además, comenzará la redacción del proyecto de la parte constructiva para que pueda ser entregado en el tercer trimestre del año y adjudicado antes de que finalice el año y así cumplir con los plazos previstos de que las obras estén finalizadas en el año 2019.

Rueda remarcó que la demolición es una "actuación importante dentro de la obra" y apostilló que dividir el trabajo en dos fases "no es perder tiempo sino ganarlo actuando en paralelo para no perder tiempo en la ejecución".

"Ganamos tiempo y los plazos se van cumpliendo convirtiendo esta actuación poco a poco en una realidad", indicó Rueda, que recordó que se mantiene el objetivo de que las obras estén acabadas antes de que finalice 2019 pese a que inicialmente la fecha de entrega del proyecto definitivo de rehabilitación del antiguo edificio sanitario era el mes de marzo y ahora se pospondrá hasta el verano.

El presupuesto reservado para esta dotación judicial, que incluirá un aparcamiento bajo la infraestructura y una gran plaza pública en el acceso principal, es de 25 millones de euros. Además, el tradicional color azul de la torre del "Pirulí" se cambiará por el blanco.

A esta nueva estructura, que "nació con un consenso general y generando la ilusión de todo el mundo", se trasladarán todas las dotaciones judiciales de la ciudad en menos de tres años si finalmente se cumplen los plazos previstos. En base a ese consenso con el que nació el proyecto se constituyó el comité de seguimiento integrado por representantes de la Xunta, el Concello, agentes del mundo de la judicatura, arquitectos y el ganador del concurso, Alfonso Penela. La de ayer fue la segunda reunión de este comité.

Dos tipos de demoliciones

Por su parte, el arquitecto vigués Alfonso Penela explicó que la primera fase de la obra abarcará dos tipos de demoliciones: la que supondrá la eliminación completa de las estructuras -también la cafetería- en una "situación ruinosa e incluso peligrosa" que no serán aprovechados en el nuevo diseño y la del vaciado interior de la torre y otros espacios en la estructura baja del inmueble para que la actual estructura hospitalaria del edificio se "adapte a los nuevos usos" y se potencie el edificio original, recuperando la planta originaria en forma de H y la silueta nítida del "rascacielos" vigués que además ganará altura con un cubo en su parte más alta como pieza de remate en la que se ubicará una sala singular.

Penela subrayó que la estimación del plazo para llevar a cabo la demolición es de cinco meses aunque como está previsto que los trabajos se desarrollen con buen tiempo -en primavera y verano- esta previsión podría acortarse a cuatro meses. "Es la época mejor y a lo mejor con un poco de suerte acortamos los plazos", manifestó Penela.