Cuando, hace 20 años, el psiquiatra Carlos Delgado descubrió que Manuel de Falla podía haber sufrido un trastorno obsesivo-compulsivo, comenzó a interesarse por la relación entre enfermedad mental y los músicos. Recopiló más casos y ahora, este cantante de la Coral Casablanca, los reúne en un libro que hoy se presenta en la librería Librouro, a las 20 horas.

-¿Cuál es la relación entre enfermedad mental y música?

-Hay una idea antigua, ya presente en los griegos, de que la creación artística está vinculada con la locura. Hoy hay estudios amplios sobre biografías de artistas y parece que podrían tener más trastornos mentales, igual porque son más sensibles y con más capacidad de buscar vías para comunicarse u observar la realidad. Pero frente a escritores y escultores o pintores, los músicos son los que tienen menos. De todos modos, la enfermedad mental grave no es algo que ayude a la creación sino todo lo contrario. Los compositores que acabaron sus días en un psiquiátrico dejan de componer.

-¿Las personas con mayor creatividad tienen mayor predisposición a la enfermedad mental?

-En principio, sí y, hasta un determinado nivel, no interferiría especialmente. Uno de los trastornos frecuentes es el bipolar, en el que se alternan episodios de depresión y abatimiento con otros de euforia e hiperactividad. Schuman tiene picos muy llamativos de años en los que compuso un montón de obras y otros, muy pocas. Los episodios de manía, lo contrario a la depresión, si no son muy intensos, pueden aumentar la creatividad. Si está muy abatido, puede disminuir. Pero si son graves, interfieren e incluso bloquean. Schuman se intentó suicidar tirándose al Rin. Oía músicas en su cabeza y, desde que lo ingresaron en el psiquiátrico, se fue deteriorando y no volvió a tocar ni a componer.

-¿Cómo se escribe sobre las enfermedades mentales de alguien ya fallecido?

-Es difícil. Es revisar biografías, rastrear datos o indicios que puedan indicar la existencia de alguna patología mental o trastorno de personalidad, que no son abiertamente enfermedades, pero que implican un carácter particular. Por ejemplo, Wagner era un gran compositor, pero tenía un carácter especial porque explotaba sistemáticamente a los amigos para poder mantener un tren de vida elevado a pesar de no tener recursos..

-¿Qué otras patologías ha encontrado?

-Hay varios con rasgos obsesivos, como Falla, que tenía manías. Le molestaban los ruidos para componer y llegó a secar la fuente del Carmen de Granada, donde vivía, para no escuchar ese sonido y el de las ranas. Tenía una serie de rituales de limpieza y unos horarios muy rígidos. En las últimas etapas de su vida, disminuyó su producción hasta el punto de que estuvo diez años con su gran obra, "Atlántida", reelaborándola y revisándola para, al final, dejarla inconclusa.

-¿Sabe de alguna obra conocida que se sepa que es fruto de un episodio de enfermedad mental?

-Hay una historia curiosa sobre Schuman. Una de sus últimas obras fue un concierto para violín que hizo para un violinista en concreto. Poco después, se intentó suicidar y acaba en el psiquiátrico. El violinista decidió no interpretarlo pensando que podía estar asociado a la enfermedad o incluso al diablo. No se estrenó hasta el siglo XX, en que fue redescubierta.

-¿Qué le pasaba a Haendel?

-Fue un compositor muy prolífico y en las últimas etapas tuvo problemas de salud importantes, un par de ictus que le limitaron la movilidad de las manos. Le operaron tres veces por problemas de visión y finalmente se quedó ciego. Por todo ello, tuvo episodios depresivos. Algunos dicen que podría ser bipolar por la gran cantidad de obras que compuso: 42 óperas, 22 oratorios y 6 conciertos.

-¿Y Tchaikovsky?

-El condicionante fundamental de su vida fue su homosexualidad, que estaba absolutamente proscrito en la sociedad rusa. Vivió en conflicto con ello, hasta el punto de que se casó de manera precipitada por las apariencias. El matrimonio fue un fracaso. Ella buscaba la relación sexual que él no deseaba. Llegó a hacer una tentativa de suicidio arrojándose al río y al poco de casarse se separó. A consecuencia, tuvo varios episodios depresivos. Oficialmente murió porque se contagió de cólera, bebiendo un vaso de agua contaminada. Pero, ha aparecido una segunda versión que sugiere que pudo ser un suicidio inducido. Al tener conocimiento de su homosexualidad, sus antiguos compañeros de la escuela de derecho habrían hecho un tribunal de honor y o hacía pública su conducta, lo que implicaba el deshonor, o se suicidaba ingiriendo algún tipo de veneno. Queda en el aire esta posibilidad.

-¿Algún compositor por el que sienta preferencia?

-Por uno desconocido por el gran público: Hans Rott. Fue compañero de Mahler en el conservatorio en Viena. Pasó por bastantes dificultades económicas y solo encontró trabajo fuera de Viena. En el tren, le hizo apagar un cigarro a un viajero diciéndole que no podía encenderlo porque Brahms había llegado el tren de explosivos. Inmediatamente lo internaron en un manicomio y, para alguien sin medios, las posibilidades de vivir en unas condiciones higiénicas allí eran limitadas. Murió al poco de una tuberculosis, con 25 años y sin que llegara a estrenar ninguna de sus obras. En el siglo XX, un musicólogo descubrió su sinfonía número 1, escrita con 22 años y tiene una calidad importante. Es el ejemplo de lo que puede suponer la enfermedad mental grave y más en aquellas épocas, donde no había tratamientos adecuados.