La zonificación que distribuye a los alumnos por los institutos de la red pública en función del colegio de procedencia tiene 20 años y la realidad de los barrios ya no es la misma. La población joven se ha desplazado, en especial, a zonas como Navia y A Miñoca, mientras que está desapareciendo de otras, como Valadares. Así, los cuatro institutos ubicados que atienden a las primeras están colapsados y en el de la segunda, sobran plazas. Se produce entonces la extraña situación de que unos 150 alumnos del nuevo polígono y de Castrelos deben estudiar en Valadares -a 10 y 7,5 kilómetros respectivamente- cuando tienen un centro de Secundaria a veinte minutos a pie de sus casas. Además, a cinco días de que empiece la matriculación, otros 150 alumnos a los que antes les correspondía el Alexandre Bóveda (Coia II) no saben dónde cursarán primero de la ESO, por el colapso de este centro. La Federación Olívica de Asociacións de Nais e Pais (Foanpas) reclama la reordenación de las adscripciones prometida por la Consellería de Educación y sostiene que no se realiza porque el actual reparto reserva plazas cerca del centro para los alumnos de Bachillerato procedentes de concertados.

Los mayores problemas de escasez de plazas los sufre la zona escolar de Coia, Navia, Alcabre, Bouzas y Castrelos hasta Balaídos, a la que da servicio el Alexandre Bóveda (Coia II), el Álvaro Cunqueiro (Coia IV), el Santa Irene y el Santo Tomé. Comenzaron en 2011, cuando Educación cerró Secundaria en el quinto centro con el que contaba, el Celso Emilio Ferreiro. Primero redirigió a sus alumnos al Coia IV, "hasta que dos años después explotó", según cuentan desde Foanpas. Optó después por repartirlo y al Alexandre Bóveda le asignó por encima de su capacidad: le mandan estudiantes como para crear 7 aulas de 1º de ESO cuando solo tenía 5. El ANPA del centro aceptó la situación este curso con el compromiso de Educación de buscar una solución para el próximo. Al no llegar, se han plantado y no está dispuesta a pasar de 5 clases o a sobrecargarlas de alumnos. No quieren perder calidad de enseñanza ni espacios destinados a laboratorio, informática o idiomas.

Así, son unos 50 los alumnos que se quedan fuera. La Jefatura territorial de Educación acaba de oficializar el cambio de adscripción de los que proceden del colegio Alfonso Rodríguez Castelao de Navia -unos 25 por curso- y los ha mandado a Valadares. El curso pasado, la mayoría de los de sexto de Primaria -otros 25- de este centro ya se habían trasladado allí ante la situación de incertidumbre y después de que la Administración les confirmara su intención de moverlos. La consellería defiende que realizó este "cambio puntual y urgente" tras hablarlo con las familias y asegura que están "satisfechas" con el primer año de experiencia. Defiende también la "necesidad de potenciar Valadares" ante su "riesgo de cierre" por falta de alumnos.

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Para los otros 25 que aún sobrarán en el Alexandre Bóveda. se procederá a una baremación que indique cuáles de los 150 adscritos se mandan a centros con plazas libres, por lo que entre todos ellos reina la incertidumbre sobre qué harán el próximo curso.

Los padres no se niegan a que sus hijos -de entre 11 y 16 años en ESO- se desplacen si no tuvieran sitio cerca de sus casas. Lo que critican es que en los otros dos institutos de su zona, el Santa Irene y el Santo Tomé, se priorice Bachillerato en la reserva de plazas, ya que absorben a los alumnos de los centros concertados que se cambian al sistema público al acabar la ESO. Así, por ejemplo, en el primero, se destina el mismo número de aulas a Bachillerato que a Secundaria, pese a que el primer nivel tiene 2 cursos y el segundo, 4. Los padres reprochan que se blinden clases cerca de sus domicilios para estos estudiantes de 16 a 18 años, mientras que se fuerza a largas rutas de autobús a niños desde 11 años. Recuerdan que la ESO es educación obligatoria.

En la misma situación están los alumnos del colegio Mestres Goldar. Pese a estar a veinte minutos a pie del Santa Irene, les remiten desde hace años a Valadares. Son otros cien afectados. La situación es más sangrante porque en su ruta pasan por otro instituto, a menos de dos kilómetros de su barrio, que tiene plazas libres para acogerlos, el de Beade. ¿Por qué van entonces a Valadares? "Porque el transporte es intocable porque hay un contrato", cuentan desde Foanpas que les respondió el jefe territorial, César Augusto Pérez. "Aunque no haga falta, se buscan niños, nos dijo".

El colectivo sostiene que nos se aborda el estudio de reorganización de las adscripciones en base a criterios técnicos por estas dos cuestiones. La Xunta asegura que Inspección educativa trabaja actualmente en "el estudio de viabilidad de modificación de la zonificación escolar". Los padres le responden que ya les ha dicho eso en varias ocasiones sin tener resultados y recuerdan que la matrícula empieza en cinco días.