Peinador acarició en 2016 la ansiada marca del millón de pasajeros, la que perdió hace algo más de un lustro y de la que se fue distanciando durante años debido a la crisis y la política aeroportuaria que repartía ayudas entre Lavacolla y Alvedro -también Sá Carneiro, al otro lado de la raia, se benefició de ellas- mientras las vetaba en Vigo. Según los datos divulgados ayer por Aena, en 2016 el aeropuerto movió 954.000 viajeros, un 33,7% más que el año pasado. Es el mejor resultado desde 2011 y -quizás lo más significativo- arroja el mayor crecimiento de la red de aeropuertos españoles en 2016. Solo Vitoria, Badajoz y los helipuertos de Ceuta y Algeciras han logrado crecimientos superiores, si bien ninguna de esas terminales desplaza más de 37.000 personas al año.
El "broche de oro" lo puso diciembre. A pesar de que la parrilla de vuelos de Peinador adelgazó de forma drástica a partir de octubre, al pasar de las 19 rutas que ofertó en verano a la media docena de invierno, el pasado mes el aeródromo creció un 11,6%. Por sus pistas desfilaron 63.300 pasajeros, principalmente en los vuelos regulares: Madrid, Barcelona, Bilbao, Lisboa, Tenerife y Gran Canaria.
Aunque Peinador destaca en el balance de Aena por su gran repunte de usuarios, el suyo no es un caso aislado. El conjunto de las terminales españolas aumentó su actividad un 11% y todos los gallegos registraron un buen año. Lavacolla, con algo más de 2,51 millones de viajeros, creció un 9,3%; mientras Alvedro certificó su ejercicio con mayor pasaje desde 2010: más de 1,06 millones de usuarios, que suponen además un incremento del 3,7% con respecto a 2015. En ambos casos diciembre fue también un mes "dulce." Santiago rozó los 174.400 usuarios (6,1%) y A Coruña, 84.223, un 4% más que a lo largo del año anterior.
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El aumento de pasaje logrado en 2016 se debe a un "cóctel" de factores. Algunos generales, de contexto; otros, vinculados estrictamente a Peinador. Como telón de fondo está el repunte general del tráfico aeroportuario en España y un 2016 con datos récord en turismo. Un ejemplo de esa tendencia es la evolución que experimentó el enlace con Barajas, el principal "pulmón" de Peinador. En 2015 volaron a Madrid en aviones de Iberia Exprés o Air Europa 495.700 viajeros. El pasado año, con las mismas aerolíneas, lo hicieron 542.600. Es decir, cerca de un 9,5% más.
Otro factor decisivo han sido los contratos de promoción turística firmados por el Concello con diferentes aerolíneas. Gracias a ellos aterrizaron en Vigo compañías como Air Nostrum, Volotea o Ryanair. Esta última desembarcó en la ciudad hace justo un año, en enero de 2016, para comercializar la conexión entre Vigo y Barcelona, que hasta entonces explotada en exclusiva Vueling.
La presencia de la low cost irlandesa empezó a sentirse de inmediato. Las nuevas frecuencias y, sobre todo, la agresiva política de precios -con billetes por 20 euros- provocaron que el pasaje a El Prat se disparase. Según los datos de Aena, en 2016 volaron entre Vigo y la capital catalana 265.900 personas, más del doble que en 2015 (130.300). Además de Barcelona, Ryanair activó vuelos a Dublín, otro destino importante en 2016, ya que contabilizó 20.900 usuarios y Bolonia (20.500). En 2017 lo hará además a Edimburgo y Milán.
A Dublín y Bolonia se suman el resto de enlaces internacionales que Peinador ofreció en 2016: Londres, Roma y París, con la aerolínea Air Nostrum; y Lisboa, operada por TAP. La conexión con la capital portuguesa se puso en marcha en julio y desde entonces ha desplazado a más de 11.200 personas, entre ellas pasajeros que acuden a Lisboa para tomar desde allí vuelos internacionales a otros países.
También la oferta de rutas nacionales ha sido importante en 2016, con conexiones -además de a Madrid y Barcelona- a Valencia, Bilbao, Málaga, Palma de Mallorca, Tenerife, Alicante, Gran Canaria, Menorca y Sevilla. En total el aeródromo vigués llegó a operar casi una veintena de conexiones de forma simultánea durante los meses de verano. En noviembre, sin embargo, pasó a solo cinco: Madrid, Barcelona, Lisboa, Bilbao y Dublín.
