"Abarrotadas" de juguetes. Así estaban en las instalaciones de la ONG Vida Digna, en la calle Brasil, tras reunir alrededor de 4.000 en la que es ya su doceava campaña de ayuda a sus Majestades de Oriente. Ayer, los Reyes Magos acudieron al auditorio de los Capuchinos para repartir parte de estos regalos entre más de trescientos niños.

La asociación comenzó con esta iniciativa hace doce años, cuando acudió al ToysRus de la calle Coruña a pedir juguetes para las familias que frecuentaban sus servicios, según recuerda el responsable de la ONG, Ricardo Misa. El programa ha crecido año tras año hasta alcanzar las dimensiones actuales con varias decenas de puntos de recogida, entre las que se encuentran varios hipermercados quince colegios o la Comisaría de Vigo. Este último está gestionado por la Unión Federal de Policía que colaboran desde hace años con lo que han denominado "Operación Potito". Con gran aceptación tanto entre agentes como entre ciudadanos anónimos, este año ha reunido 80 cajas de juguetes, comida y ropa que hoy entregarán a Vida Digna.

El número de niños que este año han enviado sus cartas a los Reyes Magos a través de Vida Digna ha descendido notablemente este año. De los más de 500 que se inscribieron el año pasado, en el actual han bajado a algo más de 300. ¿Significa esto que la situación de las familias viguesas ha mejorado? "Estamos convencidos de que no, porque en el reparto de alimentos y en el ropero cada vez tenemos a más; el otro día la cola llegaba casi a la rotonda de la calle Pizarro (desde Brasil 54)", explica Ricardo Misa, que calcula en unas 2.200 las familias a las que asiste la ONG.

¿Qué ha sucedido entonces? Misa cuenta que han surgido campañas similares desde numerosas parroquias, por lo que está más repartido. Vida Digna repartirá con ellas buena parte de los juguetes que ha recolectado, arreglado y empaquetado o reciclado si resultaban inservibles. Una labor para la que ha necesitado la colaboración de "muchas manos". "Es una época de mucho ajetreo", destaca. La ONG cuenta con alrededor de 80 voluntarios.

Otra parte de los regalos reunidos los va a reservar para poder agasajar a los pequeños que acuden a su comedor social cuando celebren sus cumpleaños.