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La telefonía acapara más de la mitad de las quejas de clientes que tramita la OMIC

La Oficina del Consumidor gestionó casi 600 reclamaciones, un 40% menos en 5 años - El comercio, el otro sector con más casos

La Oficina de Información al Consumidor (OMIC) del Concello cerrará 2016 como el año con menos reclamaciones desde hace al menos un lustro. A solo unos días de que arranque 2017, el servicio municipal, que asesora, informa y tramita las quejas de los clientes descontentos, ha tramitado este año 586 reclamaciones. Son casi un centenar menos que las registradas en 2015, pero suponen, sobre todo, un 40% menos que las gestionadas por la OMIC hace apenas un lustro: en 2012 sus técnicos rozaron el millar de requerimientos. Desde entonces la cifra se había mantenido estable, con ligeros repuntes o caídas, hasta 2015, cuando ya se había bajado a menos de 700. Este año sin embargo el desplome de reclamaciones se acentuó todavía más.

A pesar de esa caída los técnicos de la OMIC siguen despachando más de una reclamación cada jornada. Desde Praza do Rei apuntan además que a lo largo del año se atienden entre 3.000 y 3.500 consultas de clientes que acuden en persona a sus oficinas. A esas nueve citas diarias se suman las 4.000 o 4.500 dudas que -de nuevo según los datos que maneja el Concello- se solventan por teléfono. A pesar del desplome de las reclamaciones tramitadas, las consultas se mantienen más o menos estables. En 2012, cuando se gestionaban un 40% más de requerimientos, el número de citas o dudas resueltas por teléfono era más o menos el mismo.

Las estadísticas de la OMIC aportan también una "radiografía" de cuáles son los sectores que generan más reclamaciones. De las 586 despachadas a lo largo de este año, por ejemplo, 324, algo más de la mitad, tuvieron como protagonistas compañías de telefonía. Ese peso se debe a las condiciones en las que se contratan sus servicios. "Mucha gente los pacta por teléfono, sin soporte documental. De ahí se pueden derivar problemas", ya advertían el año pasado desde la OMIC de Vigo, convencidos de que "todo lo que implique la contraprestación de servicios debe estar respaldado por un contrato físico, en papel".

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Este tipo de reclamaciones no son solo las más frecuentes. También traen más quebraderos de cabeza para los técnicos municipales que el resto: "Son los que más trabajos nos cuesta porque no hay soporte documental". Entre las quejas más frecuentes destacan los desacuerdos sobre consumos, variaciones en las tarifas planas, incumplimientos de las condiciones pactadas, que la operadora realice un cambio de tarifa al renovar el contrato o retrasos en la instalación de "routers" para acceder a Internet.

A lo largo de los últimos seis años la OMIC despachó más de 5.100 reclamaciones, de las que cerca del 70%, unas 3.400, se correspondían con telefonía. El otro sector que generó más quejas en 2016 fue el comercio. La oficina municipal tramitó 75 casos vinculados con esa actividad. Otra treintena se quejaron de negocios relacionados con el turismo, como por ejemplo de que una compañía aérea había perdido su equipaje o retrasos en sus vuelos. También se contabilizaron 26 reclamaciones a talleres y negocios vinculados con la automoción y más de una veintena dirigidas a firmas proveedoras de suministro de gas o electricidad.

Desde la OMIC se refieren también a casos puntuales con tintorerías, academias, parkings, autónomos, empresas de servicios y asistencia técnica, relojerías... Se aprecia una caída importante en las consultas y requerimientos a entidades bancarias. En 2012, por ejemplo, se anotaron 138 reclamaciones por casos de preferentes y subordinadas. Dos años después, en 2014, la OMIC registró 39 quejas relacionadas con cláusulas suelo.

Los técnicos de la Oficina Municipal de Consumo achacan el descenso de las reclamaciones a que muchos clientes optan por contactar directamente con las empresas a través de los canales que estas facilitan: los teléfonos de atención, sus webs en Internet y las redes. Otra explicación es la caída de consumo registrada tras la crisis.

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