Rimas, melodías, gestos, frases ingeniosas? por unas horas El Bronx se trasladó al Auditorio Municipal. Más de 280 estudiantes de quinto y sexto de Primaria participaron ayer en el I Festival Escolar de Improvisación Oral para chicos y chicas de 9 y 10 años. Al más puro estilo de los raperos americanos, pero siempre con el gallego como arma verbal bajo la composición de "regueifas", los más pequeños mostraron sus dotes interpretativas sobre el escenario. "Se lo están pasando en grande y además aprenden a hablar y pensar en gallego, que cada vez es más complicado", relataba Laura Gil, profesora de O Pombal.

Para los maestros, estos talleres son un elemento "imprescindible" en la educación de los estudiantes. "Las "regueifas" mezclan tradición y modernidad y a los chicos les anima a volcarse en el aprendizaje del idioma para tratar de componer mejores estrofas", explicaba Juan Luis Fernández, profesor del Colegio O Rocío. "Es una iniciativa fantástica para acercar el gallego a los alumnos", celebraba Carmen Pachón, del Colegio Atlántida.

Sin duda, los escolares eran los protagonistas. Superado con creces el habitual miedo escénico que tienen jóvenes, y no tan jóvenes, a un escenario, todos los alumnos fueron desfilando y presentando al público sus rimas. "Nos gusta mucho elaborar nuestras propias letras y preferimos aprender así que con los libros", comentaba Ainhoa Pérez, estudiante e n O Pombal. "Es muy divertido y sí que nos hace mejorar en gallego", apuntaba su compañera Naiara Miguel.

Su principal arma es la imaginación. "De eso tienen más que cualquiera de nosotros", comentaba Pinto d' Herbón, uno de los promotores de esta actividad y que a lo largo del año recorre, junto a su compañero Luis "O Caruncho", decenas de centros escolares de la ciudad para acercar el gallego a los estudiantes por medio de las "regueifas". "Al que le gusta la música o la poesía le vuelven loco", apuntaba "O Caruncho".

Muchos de los alumnos se sienten atraídos por estos cantares desde el primer momento y lo aplican en cualquier actividad de su día a día. "A veces estoy en casa, jugando con mi madre y creamos versos para divertirnos juntas", comentaba Ingrid Caamaño, estudiante del Colegio O Rocío. "En los recreos jugamos a las "regueifas", añadía su compañera Vanessa Sío.

Ahora todos ellos están deseando que pasen unos años para poder participar en el certamen destinado a estudiantes de E.S.O. y Bachillerato. "Seguro que mejoramos mucho y lo podemos hacer de memoria y con frases más elaboradas", apuntaba Caamaño.