El futuro del Náutico se despeja. Apenas dos meses después de declararse en concurso el club acaba de alcanzar un preacuerdo con su principal acreedora, Abanca, a la que la sociedad de As Avenidas debe dos millones de euros. El responsable del área económica de la sociedad, Rafael Tapias, asegura que ambas partes mantienen contactos desde hace tiempo y han logrado un "preacuerdo" que contemplaría "reestructurar la deuda" y fijar un "calendario de pagos". La directiva confía en firmar el pacto definitivo en enero para avanzar en los contactos con el resto de acreedores. El objetivo es salir del concurso antes de verano, entre abril y mayo.
La directiva espera a esa rúbrica para desvelar los detalles de las condiciones negociadas con Abanca. En octubre, al anunciar que el club había presentado el concurso, avanzó algunos planteamientos para sentarse ante sus acreedores. Entre ellos se habló de quitas de más del 50% y aplazamientos de cinco años. También se dijo que la sociedad maneja un detallado plan estratégico hasta 2019 para consolidar de forma definitiva la recuperación de la entidad. Tapias reitera que la meta no debe ser solo salir del concurso, sino afianzar las bases para que el club sea rentable. Por primera vez en años la sociedad espera cerrar este ejercicio con un resultado positivo.
Como prueba del cambio de tendencia, el responsable económico del Náutico señala "la recuperación de la actividad social". En concreto indica a la intensa actividad deportiva que genera la entidad, el éxito de las regatas que organiza o, por ejemplo, la respuesta de sus afiliados a los actos que convocan. El último ejemplo, explica Tapias, es el éxito alcanzado con las reservas de la cena de Fin de Año, que agrupará a cerca de 140 socios y a la que seguirá una fiesta. En los últimos meses el club ha relanzado su taberna, con nuevos encargados.
Aunque la deuda total del club roza los cuatro millones de euros -sin contar el dinero que la entidad debe a su propia S.A.- y suma cerca de un centenar de acreedores, el preacuerdo con Abanca es la pieza clave para salir del concurso. El banco acumula más de la mitad de la mora contraída, por lo que, una vez rubricado el acuerdo, la directiva podrá sentarse con el resto de empresas o instituciones con las que tiene facturas pendientes para alcanzar un pacto. Se despejaría así el futuro de una sociedad emblemática que se ha visto lastrada en los últimos años por la deuda acumulada en el pasado. En 2013 la anterior directiva ya solicitó el preconcurso, del que logró salir in extremis. Tres años después, el pasado julio, volvía a entrar sin embargo y en octubre se declaraba en concurso. El equipo que preside ahora Justo González Ballesta defendió siempre que esa era la vía para "solucionar de forma definitiva" las deudas que arrastraba el club.
Gestión del puerto deportivo
Una de las cuestiones más complejas que tiene sobre la mesa el Náutico es cómo reforzar la rentabilidad de su puerto deportivo. Durante el mandato de Franco Cobas la entidad logró la concesión de las dársenas de A Laxe y As Avenidas con un ambicioso proyecto en el que, entre otras cuestiones, se contemplaba una previsión de ingresos anuales de 3,6 millones. Sobre esa estimación la Autoridad Portuaria les cobra 100.000 euros anuales en tasas. Sin embargo hoy los ingresos reales que generan las dársenas son 400.000 euros, muy por debajo de la previsión inicial y, en consecuencia, desproporcionados sobre el canon que abonan. Tapias explica que el Náutico ha recibido la oferta de un grupo inversor de fuera de Galicia interesado en adquirir la concesión. "En principio la hemos rechazado", aclara el responsable del club, quien admite que el club sí ha puesto sobre la mesa la posibilidad de crear una joint venture al 50% con los inversores para asumir el puerto deportivo.
Otra oferta que también ha llamado a la puerta del Náutico es la de abrir un restaurante de lujo en la planta superior. El problema en este caso sería la duración de la concesión del edificio social y el tiempo del que dispondrían los inversores para amortizar las reformas necesarias.
Según explica Tapias, un cambio legislativo establece que el club tiene garantizado gozar de la concesión del inmueble durante 12 años más. Pasado ese tiempo este podría salir a concurso.
