El proyecto de futuro del Celta pasa inexorablemente por la compra del campo municipal de Balaídos o la construcción de un nuevo estadio en la ciudad pero si persiste el bloqueo de ambas opciones el presidente del club abrirá la posibilidad de irse a otro municipio del entorno. Así lo aseguró ayer Carlos Mouriño ante una veintena de personas que acudieron al salón de grados de la Escuela de Telecomunicaciones.

"He lanzado abiertamente la petición a cualquier concello que pueda aceptar esta idea, esperamos que alguno nos conteste", señaló el presidente tras asegurar, de nuevo, que su proyecto de futuro para el club está ligado a Vigo. Por ello, ante los accionistas, el lunes avanzó un paso más en su discurso y propuso invertir 50 millones en hacer un nuevo campo de fútbol en la ciudad.

No precisó una ubicación si bien señaló que hay posibilidades y que tan sólo necesita "un permiso". "Podría hacerse en los terrenos de Álvarez o en cualquier otro lugar", dijo Mouriño, que instó al Concello a que proponga el lugar. "Que nos digan dónde podemos hacerlo, incluso estamos dispuestos a poner en marcha un concurso de ideas aunque algunas fuesen disparatadas para ver cómo podemos hacer", indicó. Al respecto, se negó a concretar una ubicación aduciendo que desde el club ya se han realizado muchas propuestas que no vieron la luz.

El campus universitario fue el escenario elegido por el presidente del Celta para continuar su campaña para convencer a la ciudadanía de la importancia de que el Celta adquiera patrimonio para garantizar un proyecto de futuro competitivo y viable. El Círculo de Empresarios abrió el día 2 la ronda de "coloquios", el pasado domingo hubo un encuentro con las peñas -a puerta cerrada- y este lunes fue el turno de los accionistas. Hoy, miércoles, la gira le llevará a la nueva sede del Círculo de Empresarios mientras que mañana, jueves, la ronda continuará en el Auditorio Mar de Vigo con un acto presentado por el humorista Carlos Blanco y para el que ya se han retirado 500 invitaciones en las taquillas de Balaídos y en la sede de Plaza de España.

"Se dice que son intereses económicos, pero si fuese así ya hubiese vendido al equipo", manifestó Mouriño, que recalcó que el Celta tiene que "aprovechar el momento, tenemos la oportunidad a tiro, necesitamos crecer y no depender de nadie para tomar nuestras decisiones". A este respecto, aseveró que "parece que no hay nada en Vigo que no pueda estar bajo control y nosotros no queremos ese control", aludió en clara referencia al alcalde vigués a quien también reprochó -de nuevo sin mencionarlo expresamente- el bloqueo a sus propuestas, en especial la de San Roque.

"Era un proyecto precioso pero fue rechazado. Y lo peor es escuchar después que tuvo [el alcalde] una idea maravillosa y que le tenderá la mano al Celta para hacer una universidad deportiva... A partir de ahí se rompió toda la química", espetó.

Además del campus de San Roque, recordó los proyectos frustrados de Bembrive, Valladares y Cabral "que costaron un pastón al Celta". "Todos fueron rechazados, no digo quién ha sido el culpable, solo digo que por falta de intención del club no ha sido", matizó.

La propuesta de compra del Celta por parte de un holding chino sigue sobre la mesa pero de nuevo Mouriño subrayó que no entra en sus planes la venta del club ni tampoco el "cruzarse de brazos". "Si al final lo vendo, es porque no tuve el apoyo de nadie... o de casi nadie", advirtió.

El presidente pidió aprovechar la "ventaja de cuatro o cinco años" que el Celta tiene sobre otros equipos que aún no han resuelto su situación económica como sí ha hecho el club vigués y aumentar su patrimonio, ya sea con la compra de Balaídos o construyendo un campo.

Su principal propuesta para "arraigar" el Celta a Vigo es la compra de Balaídos, una posibilidad factible a través de una subasta pública, recordó. "Pero si fuera ilegal, que no lo es, estamos planteando otras soluciones", añadió Mouriño, que dijo "entender pero no compartir" la negativa del Concello a vender el campo. "No sirve a la ciudad, en cincuenta años solo hubo tres conciertos y dos funerales", añadió. En este punto, durante le turno de preguntas, uno de los asistentes le recordó que Balaídos acogió en su día las pistas de atletismo y ahora otras competiciones deportivas del deporte de base.

Así, en cuanto a la posibilidad de construir un nuevo estadio, también en la ciudad con una inversión de 50 millones de euros, remarcó que solo precisa de "un permiso" y que de nuevo es posible ya que, pese a no contemplarse en el Plan General, "se puede acudir a la ley exprés de la Xunta" -la ley de medidas en materia de proyectos públicos de urgencia o excepcional interés- para este tipo de actuaciones "especiales". "Hay leyes que permiten lo que nosotros pedimos, no estamos jugando con la ilegalidad, queremos ser tan legales como el que más", dijo Mouriño, que además señaló que se haría "en muy poco tiempo".

"Parece que no nos quieren"

En todo caso, recordó que aunque seguirá intentando el "arraigo" del Celta en Vigo no descarta la posibilidad de atender ofertas de otros municipios limítrofes que sí le darían facilidades para construir un nuevo estadio. "Parece que no nos quieren en Vigo. Cuando planteamos comprar Balaídos es porque no nos queremos ir. A lo mejor tenemos ofertas de otros municipios, no lo sé, pero si peleamos es porque no nos queremos ir", concluyó.