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Fue noticia hace 120 años

La luz eléctrica llega a Vigo para iluminar la Navidad de 1896

La Puerta del Sol, Colón y Policarpo Sanz fueron las primeras calles que contaron con este servicio público que fue polémico durante muchos años

Imagen del la Puerta del Sol a comienzos del pasado siglo con las farolas que la iluminaban. Fue la primera plaza que contó con este servicio público en la ciudad. // A. S

Un acto histórico y el inicio de una nueva época en la ciudad. De esa forma se describía la llegada del alumbrado eléctrico a Vigo. Lo hacía pocos días antes de la Navidad de 1896 y con una gran expectación. De esa forma, la ciudad daba un salto vertiginoso en su modernización. Luis Ozores, el alcalde accidental, estuvo acompañado de todas las autoridades civiles y militares de la provincia en ese acto. También los presidentes de todas las sociedades recreativas que existían en ese momento. El regidor municipal pulso el dispositivo que había diseñado Marius Ostavoz, un ingeniero que trabajaba para la Sociedad Alsaciana de Construcciones Mecánicas. Esta empresa fue la que montó todos los dispositivos necesarios, entre ellos los tres motores de 30 caballos cada uno y también las más de mil bujías necesarias para que todo funcionara.

No hubo ningún fallo. El alborozo, cuentan las crónicas, fue general. Muchas personas lo celebraron con una gran fiesta. Las autoridades con un fastuoso banquete. Al mismo también asistieron los responsables de la Sociedad para el Alumbrado de Coruña y Vigo, una empresa francesa que tendría durante muchos años la concesión del servicio.

Las lámparas se iluminaban por las noches en la Puerta del Sol, Policarpo Sanz y Colón. En una primera fase también llegaron a la Plaza de la Constitución. Estas tres céntricas vías eran las principales, aunque al cabo de pocos meses se añadieron otras. Los que más reclamaron la instalación eran los comerciantes ubicados en la calle del Príncipe. Tras no pocas protestas, consiguieron su objetivo varios años después. La luz llegó más tarde a otros lugares emblemáticos y tardó varios años en iluminarse los barios periféricos.

Pero la luz había llegado a Vigo muchos años antes de la mano de López de Neira. Fue el primero que tuvo este servicio en su casa. Era tal el interés, que muchos vecinos y amigos acudían a ver el "espectáculo" que se ofrecía. Su vocación por Vigo le llevó a realizar un gesto que fue muy recordado. Con unos faroles consiguió iluminar la sala de la procesión el Cristo de la Victoria de la Colegiata. Fue un detalle muy recordado y que también estuvo cargado de simbolismo.

Las calles de Vigo se iluminaron desde 1896 con la apuesta que realizó el Ayuntamiento de Vigo. Las dificultades fueron muy grandes. Muchas veces el servicio quedaba interrumpido, sobre todo en el invierno a causa de los temporales. El sistema era muy rudimentario.

Por otro lado, las sucesivas corporaciones municipales mantuvieron grandes conflictos con la empresa suministradora. A pesar de que se firmaban los correspondientes contratos, los responsables del ayuntamiento consideraban que las facturas eran muy elevas.

La Sociedad para el Alumbrado de Coruña y Vigo tuvo el monopolio durante mucho tiempo. Pero a comienzos del siglo pasado le llegó al competencia. Las compañías Electra Popular de Vigo y la de Redondela se fusionaron y se hicieron cargo del trabajo. Ambas habían pasado muchos años a la sombra de su gran competidora.

La luz se instaló de forma definitiva en la ciudad y vivió la Navidad de 1896 con un ambiente desconocido hasta entonces. Vigo dejó de estar a oscuras y siguió creciendo. Según un informe oficial de 2012, en ese año existían 45.000 puntos de luz públicos en todo el municipio. Pero la historia se inició mucho tiempo antes.

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