Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La pérdida de carga seca desangra al Puerto

Desde que en agosto Maersk mueve en Vigo sólo contenedores de perecederos y centraliza el resto en Marín, las mercancías bajan en Guixar un 15% mientras que en la terminal vecina se disparan

El verdadero impacto en el puerto de Vigo por la marcha de Maersk a Marín comenzó a gestarse el pasado agosto. Desde este mes la naviera desvía toda la carga seca al puerto vecino dejando Guixar únicamente para la recepción y envío de equipos reefer, los contenedores refrigerados que se emplean para el transporte de mercancías perecederas como la pesca congelada. Con este cambio, ese ingente volumen de productos como la ropa de Inditex, granito, conservas, pizarra o madera que hasta entonces protagonizaban el grueso de los movimientos de los barcos fletados por la danesa en Guixar, se derivan a la marinense de Pérez Torres. En consecuencia, en el mes más flojo en actividad marítima, en Marín se dispara un 145,1%, con 53.691 toneladas en total, un registro sin parangón en el presente año ni tampoco en el anterior; y por el contrario, en Vigo, con 195.330 toneladas, cae un 4,5%.

Demasiada coincidencia, el repunte de la demanda en Marín con el retroceso en Vigo, como para atribuirla a mérito de uno o demérito del otro. "No hay pruebas, sólo evidencias pero suficientes para concluir que el principal daño a Vigo de toda la polémica subasta de tráficos de Maersk lo causó el desvío de la carga seca", afirman operadores vigueses consultados por este periódico. Sí reconocen el perjuicio del otro desvío, al puerto luso de Leixões, ocasionado por las trabas del PIF en Guixar, aunque sostienen que los contenedores que se pierden por esta circunstancia son "bastantes menos y puntuales". Para la Autoridad Portuaria, en cambio, no son tan pocos, y cifra en 50.000 las toneladas que capta Oporto por el tapón aduanero en Vigo.

Los citados operadores insisten en lo ocurrido a partir de agosto, cuando tras un mes de transición, desaparece por completo del recinto de Termavi la carga seca. Hasta ese momento Guixar aguantaba bien la bofetada propinada por Maersk. En cuanto a movimiento de mercancías en contenedor arrancó en enero con 195.130 toneladas y salvo pequeños baches en marzo y mayo, de un -1,2% y -1,3% respectivamente, continuó sobre la senda de un crecimiento. Prueba de ello es el balance de junio, con 254.290 toneladas transportadas en Teus, un 6,3% más que en la misma etapa del año anterior. Parecía que no había nada que temer, que lo de la marcha de la naviera a Marín no era para tanto.

Haz click para ampliar el gráfico

De hecho hasta finales de la primavera Vigo resistía la estructuración de líneas de la armadora. En el acumulado del primer semestre anotaba 1.371.667 toneladas, casi un 6% más que el año anterior. Incluso el buque de Algeciras de Maersk que hace escala en ambos puertos movía mucho más en Guixar, con jornadas de hasta 900 contenedores frente a los 300 de Marín. Sin embargo, lo peor estaba por llegar.

Fue en la antesala del verano cuando el vecino comienza a despuntar. Como si se consolidasen los tráficos que el gigante danés inauguró allí en mayo, Marín cierra julio con un 45% más de mercancías en contenedores. Se coloca así sobre el listón de las 50.000 toneladas. Y al llegar agosto se produce el gran despegue. El recinto de Pérez Torres capta 31.000 toneladas más, una subida del 145%, una de las amplias en España en el apartado de mercancías en contenedor, la modalidad de transporte donde viaja la mayoría de carga general, la de mayor valor añadido.

Justificación de la naviera

Y mientras la concesionaria del recinto vecino celebraba su extraordinario resultado con la adquisición de una grúa Post-Panamax -maquinaria que acaba de recibir hace apenas unas semanas- en Vigo se encendían las alarmas. Los operadores ven ahora la justificación que ofreció Maersk para el traslado de la carga seca a Marín como "una broma de mal gusto" . "Esta decisión nos permitirá mejorar la gestión de equipo y asegurar el mejor servicio posible a nuestros clientes", añadía la danesa en la circular enviada a los operadores vigueses. Es en septiembre cuando Vigo recibe el primer golpe. El movimiento del buque de Algeciras se reduce a más de la mitad, con una media de 500 contenedores, y acaba el mes con una caída del 9,65%.

Con ser fuerte, la auténtica estocada se produjo este octubre. La estadística divulgada este miércoles por Puertos del Estado revela que Guixar gestionó ese mes casi 3.500 contenedores menos, lo que se tradujo en un descenso de 35.000 toneladas (-15,7%) en comparación con el año anterior. Este desplome tan acentuado coloca a Vigo por debajo de las 200.000 toneladas mensuales y en el acumulado del año con el primer registro negativo, con un retroceso del 0,63%. De nuevo, el sufrimiento de Guixar va en paralelo a la alegría de Marín, que continúa con su espectacular racha: suma 75.920 toneladas, un 125% más.

Faltan dos meses para completar la estadística anual, pero los operadores consultados ya avisan que "serán duros para Vigo". No prevén cambios inminentes en esta preocupante dinámica salvo que en 2017 se produzca un cambio sustancial en operatividad y costes de la terminal. "Por la vía del acuerdo en la estiba o de un golpe de timón de Termavi", sugieren.

Compartir el artículo

stats