Practicó piragüismo y natación antes de acabar "enganchado" a la orientación. Ángel quiere contagiar al resto de alumnos su entusiasmo por un deporte bastante desconocido: "La competición exige otro ritmo para hacer el recorrido en el menor tiempo posible, pero mi idea es que los estudiantes lo conozcan a nivel iniciación. En una actividad apta para todo el mundo que te permite conocer mientras caminas zonas naturales o ciudades. Y exige un mínimo de forma física. Solo hace falta tener la voluntad de levantarse del sofá".

Ángel es orientador federado desde hace dos años, forma parte del Club Aromon de Pontevedra, y compite en la liga gallega -el año pasado quedó segundo en el campeonato universitario- y la nacional. "Es un deporte social. El ambiente es muy sano, conoces a mucha gente y lugares increíbles. En Galicia hay sitios maravillosos para practicarlo", destaca.

El campus acogió dos pruebas de la liga gallega y ya existe un mapa de orientación que él propone aprovechar: "El 19 de enero vamos a celebrar la primera actividad. Habrá una charla y luego un recorrido muy sencillo para que la gente compruebe que es un deporte para divertirse. Y en mayo tendremos una cita mayor, será una exhibición con orientadores de la liga gallega. Es un deporte muy en auge en nuestra comunidad".

"La actividad física de los universitarios está muy centrada en pasar unas horitas en el gimnasio porque no tienen más tiempo, pero yo les propongo que aprovechen la situación del campus vigués para hacer orientación durante ese mismo hueco libre", añade Ángel sobre su proyecto.