Miguel Ángel Costas Moreira saboreaba como una auténtica victoria la pesca de un congrio de 1,90 metros y 22 kilos de peso en aguas de Saiáns. Hace apenas quince días que buceando en la misma zona vio al portentoso ejemplar pero como capturó otro de 9 kilos ya tenía suficiente así que prefirió dejar al más grande para otra ocasión. Esta se produjo en la mañana de ayer cuando lo descubrió asomando la cabeza en un escondrijo entre rocas situado a ocho metros de profundidad. "Acabé reventado al subir semejante bicho a la superficie", contaba exhausto poco después de salir del agua este vigués de 18 años y desde hace dos entusiasta practicante de la pesca submarina. No lo tuvo fácil. Él y su compañero, Esteban Cabaleiro González, tuvieron que arponearlo tres veces y rematarlo con una veintena de puñaladas. De la lucha contra el bicho, los buceadores acabaron con las manos llenas de cortes. En la imagen, Miguel Ángel, que mide 1,77 de alto, posa orgulloso junto a la pieza.