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Julio Martínez: "El actual ministro de Educación es un hombre de diálogo, no como el anterior"

"Afortunadamente ya se ha podido resolver la problemática de las reválidas"

Julio Martínez durante una visita al Colegio Apóstol. // J. de Arcos

Varios exalumnos del Colegio Apóstol de Vigo se reúnen hoy en las instalaciones del centro para celebrar el centenario de su llegada a la ciudad. Entre ellos está Julio Martínez, que dirige desde hace cuatro años la Universidad Pontificia Comillas, una de las más prestigiosas del país.

-Hoy el Colegio Apóstol celebra su centenario en la ciudad. ¿Cómo recuerda su etapa en el centro?

-Tengo recuerdo maravillosos. Entré con cinco años y permanecí hasta los dieciocho. Para mí es una etapa cargada de gratísimos momentos, tanto en el centro como con las personas que lo conformaban.

-¿Qué valores y enseñanzas conserva de sus años en el Colegio Apóstol?

-Sobre todo un sentido de la educación integral, que cuidaba todas las facetas. Te inculcan un sentido de la formación completa que es algo que siempre te acompaña.

-Este año cumplió cuatro años como rector de la Universidad Pontificia Comillas. ¿Cómo ha vivido esta etapa?

-Han sido años muy intensos, de mucho trabajo pero a la vez de gran pasión. Es una etapa que te marca y por momentos te llega a agotar. Hay días en los que deseo volver a mis clases, aunque mi labor aquí es muy gratificante.

-¿Cómo ve usted el sistema universitario español?

-Llevo dos años como vicepresidente de la Conferencia de Rectores, por lo que conozco muy bien el mundo universitario. Creo que las universidades españolas están haciendo una gran labor en la sociedad y han aguantado muy bien la crisis. En esta nueva legislatura tenemos una oportunidad única para que los partidos políticos lleguen a acuerdos. Debemos elaborar un pacto educativo también en el sector universitario.

-¿Qué opina sobre la situación actual de la educación en España?

-El ministro Méndez de Vigo es un hombre de diálogo y tiene especial interés en escuchar a las personas que estamos en este mundo. Eso no sucedió con el ministro anterior. Además, afortunadamente ya se ha resuelto la problemática de las reválidas y ahora toca trabajar en las cosas que no funcionan correctamente. Hay que mantener un debate constante porque un cambio impuesto, sin contar con los que debemos llevarlo adelante, está llamado al fracaso.

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