Ni una sola mano se alzó en el auditorio del centro social Afundación tras escuchar esta pregunta de Javier López, exdirector de la Fundación Barrié y consultor en gestión de la ciencia y transferencia. "En septiembre hice esta pregunta en Manchester y levantaron la mano todas las universidades presentes. El sistema científico británico es el más adelantado en estos temas", destacó.

Y es que el diseño de una carrera científica atractiva, uno de los temas abordados en las mesas de debate de las jornadas, es uno de los retos de nuestro sistema de I+D. La UE promueve una carta europea y un código de conducta para la contratación al que se han adherido muchos centros en nuestro país, así como el sello de excelencia HRS4R, que solo tienen cuatro universidades españolas. Un exigente certificado que, advirtió López, "debe ser el principio de un proceso, no un fin".

El experto también subrayó la importancia de las competencias transversales -saber comunicar, ser buen líder y director de personas, etcétera-. "Un doctorando que recibe entrenamiento en estas habilidades básicas consigue mejores notas en su tesis en un 54% frente al 12-14% que no lo reciben. Y si su director también ha tenido esta formación aumentan hasta el 74%", refirió sobre varios estudios europeos.

Comentó que en Reino Unido, al contrario que en España, solo el 3% de los doctores se quedan en el mundo académico y que un gran porcentaje opta por la empresa privada, convirtiéndose en "conexiones" de gran interés para las universidades en las que se formaron.

Izaskun Lacunza, de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), abogó por adaptarse a los códigos y requisitos europeos de contratación para acceder a sus fondos y disfrutar de la movilidad. También reconoció las dificultades que surgen en las universidades debido a la exigencia de impartir docencia y abogó por "fórmulas mixtas y más flexibles" que permitan dedicarse al I+D sin tener que impartir clase.

La directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Economía, Ana Puy, recordó que la igualdad no solo tiene que ver con la justicia, sino también con la calidad y puso como ejemplo el ranking de Shanghái, donde las universidades que lo lideran "tienen una representación de mujeres por encima de la media":

Aludió a la hoja de ruta que prepara el ministerio y adelantó que el próximo informe "Científicas en cifras" revelará que las universidades son más diversas que el resto de administraciones públicas, con casi el 35% de extranjeros frente a un 10%. "Y también hemos constatado que vienen menos investigadoras de los países asiáticos y de Oceanía por su cultura o trabas en origen", añadió.

También habló sobre la igualdad en la contratación y puso como ejemplo las universidades españolas que liberan de docencia a las investigadoras que han sido madres o la convocatorias del ERC que tienen en cuenta el número de hijos.