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Roberto Alonso Trillo: "Un músico debe tener compañerismo, respeto y modestia para valorar a otros"

"Escuchar a una cantera extraordinaria como la de este certamen siempre es un estímulo"

Roberto Alonso. // M.G.Brea

Lleva casi dos décadas recorriendo el mundo para formarse junto a los mejores maestros, investigar y ejercer como profesor en el Conservatorio Edward Said de Belén o la Joven Orquesta y Coro de Centroamérica (JOCC). Actualmente imparte clases en la Universidad de Houston (EE UU) y esta semana formará parte del jurado del quinto Concurso Ciudad de Vigo de instrumentos de cuerda. Alonso (Vigo, 1981) participó anoche junto a la formación gallega Vertixe Sonora Ensemble en el concierto del XXVII Premio Jóvenes Compositores de la SGAE, que tuvo lugar en el Museo Reina Sofía.

-¿Qué importancia tiene para Vigo contar con un concurso al que acuden jóvenes talentos de todo el país?

-El proyecto ha ido ganando peso y el nivel es muy alto. En el concierto del año pasado, los ganadores de la edición anterior demostraron un nivel excelente y es bonito que la gente de Vigo pueda disfrutar de ellos y que también participen los alumnos del Conservatorio. La posibilidad de escuchar a una cantera extraordinaria siempre es un estímulo. Pero tristemente muchos se tendrán que ir.

-Usted es uno de esos intérpretes en la diáspora, ¿sigue sin ser España un país para la música?

-Creo que las cosas han cambiado un poco, pero no hay opciones definitivas. De toda formas, mi criterio no es justo porque llevo muchos años fuera. Y además el exilio no tiene por qué ser forzado. Es bueno irse, aunque sea para volver, porque más allá del aprendizaje del instrumento te desarrollas a otros niveles. La ventaja de ser músico es la movilidad.

-¿Qué aspectos positivos tienen los concursos?

-Yo no fui mucho de concursos, no me llamaban la atención. Pero el Ciudad de Vigo se plantea como un evento de compañerismo y ha reforzado este aspecto desde el principio. Otros concursos, sin embargo, están muy permeados por una rivalidad, a veces, insana. Al fin y al cabo, todos son compañeros y lo importante es que se conozcan y surjan amistades. Probablemente en 10 años estarán tocando juntos y se reirán de esto. Ya tienen cierta personalidad y su propia musicalidad pero tienen un camino por delante para madurar.

-¿Qué papel debe jugar un profesor?

-En música, como en todo, tiene un rol más humano que meramente técnico. Debes ser un coach psicológico. Aunque convivan en entornos en los que hay que competir, deben tener compañerismo, respeto y modestia para valorar a otros músicos.

-Independientemente de los concursos, la carrera musical ya requiere de grandes dosis de exigencia y disciplina personal.

-Sí, y en los entornos de los concursos la presión aumenta un poco más. Pero no deben tomarse los resultados como una cuestión personal. No debes competir para superar a los demás, sino para superarte a ti mismo.

-¿En qué proyectos está involucrado actualmente?

-Estoy trabajando en una combinación de la Partita número 7 de Bach con una extensión contemporánea de su música a través de 12 compositores internacionales. Se trata de expandir su música desde la modernidad. La semana pasada estrené en Houston cuatro de esas obras. Es un proyecto a largo plazo para el que también escribiré un texto explicando cómo se concibió y abordando la interpretación y la musicología.

-¿Hay españoles y gallegos entre los compositores?

-Sí claro. El vigués Miguel Matamoro y los gallegos Fernando Buide y Octavio Vázquez. También participan varios españoles como Tomás Marco y Gabriel Erkoreka. En EE UU estrené las piezas de Matamoro, Marco, Buide y de un compositor sueco.

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