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Xoan Carlos Abad: "Queremos que Estudios Vigueses sea un centro abierto de investigación; hay potencial"

"Cada vez que publicamos un libro se despejan nuevos campos de trabajo que dan juego"

El presidente de Estudios Vigueses, Xoan Carlos Abad. // Alba Villar

El Instituto de Estudios Vigueses (IEV) cumple un cuarto de siglo. "El primero", aclara rápidamente su presidente, Xoan Carlos Abad, convencido de que a la institución le queda un largo recorrido por delante. Durante los últimos 25 años el IEV ha publicado cerca de 150 libros, 21 boletines anuales que suman unos 400 artículos e impulsado multitud de citas culturales. El propio Abad cumple un lustro al frente del IEV con el deseo de ganar más espacio en el edificio que ocupa la institución desde 2012, en la plaza do Berbés. Para ello ya ha trasladado al Concello -responsable del inmueble- su interés en un pequeño ático situado sobre las plantas que albergan ahora la biblioteca, el archivo y la sala de actos. El objetivo: seguir creciendo. Mañana el IEV celebrará su aniversario con un acto en el centro social Afundación durante el que recordará su trayectoria y presentará su 21 boletín Glaucopis, una publicación especial con una veintena de textos de Iglesias Veiga, Costas Goberna, Bangueses... entre otros estudiosos, y que abordará desde el arte urbano a la arqueología, la historia o la propia crónica del IEV. Solo dos semanas después, el día 13, volverá a reunirse para festejar la entrada de 9 nuevos miembros que se sumarán a los 29 actuales.

-¿Qué balance hace de este cuarto de siglo de historia?

-Al principio costó arrancar. De hecho celebramos 25 años, pero hay 21 boletines Glaucopis, lo que indica que aún tardamos un par de años en organizar toda la estrategia de trabajo y poder mostrársela al público. Yo creo que se hicieron bastantes cosas a lo largo de estas décadas. Podrían haberse hecho muchas más, pero eso es lo normal. Creo que hemos demostrados que sabemos trabajar y, lo más importante, que queremos trabajar. Tenemos muchos proyectos de futuro y supongo que se irán incrementando. Así que creo que el balance es positivo, aunque no somos nosotros quienes deben decidirlo.

-¿Cree que el IEV ha ayudado a Vigo a redescubrir su historia?

-Querríamos pensar que sí. Un elemento medible es que hay muchos trabajos, incluso a nivel universitario, que citan las publicaciones del instituto. Es decir, formamos parte de forma habitual de la bibliografía. No solo de la local, sino también de otros campos. Gran parte de nuestros libros y artículos son citados de forma habitual. Incluso hay un incremento de gente que asiste a las charlas, presentaciones de libros? Lo que me parece un indicativo de que hay un interés creciente por nuestra labor.

-Vigo, su historia, etnografía, economía, arte... ¿Tiene potencial como materia de estudio?

-La propia experiencia nos indica que cada vez que se publica un trabajo se abren campos nuevos. Es decir, levantas una piedra y salen dos o tres temas que darían juego. De hecho muchas veces el problema no es encontrar trabajos que editar, sino la necesidad de aplicar un filtro por la cantidad de material que hay sobre Vigo y su comarca. Con frecuencia no podemos editar tanto como nos gustaría por cuestiones económicas. Hay mucha investigación, surgen autores nuevos con ganas y ánimo? Por eso es importante el boletín. Algunos de los que publicaron en su día en sus páginas son hoy investigadores reconocidos y con trayectoria creciente.

-Uno de los tópicos que se escucha sobre Vigo es que es una ciudad sin historia, ¿cree que ese prejuicio está ya desterrado?

-Sí, eso funcionó mucho como tópico. Hoy en día se puede decir que Vigo es una ciudad moderna en el sentido de que es dinámica y se está reinventando, algo que por otra parte se puede ver ya en los años 70, a principios del siglo XX? Es una constante. Pero eso de que Vigo no tiene historia no es cierto, claramente. Ya lo sabía Taboada Leal hace 150 años. Lo que ocurre es que era una parte bastante desconocida, aunque eso es cosa del pasado. Hoy sabemos que Vigo tiene una historia que se ancla en tiempos muy remotos

-Antes hablaba de que publican menos de lo que quisieran, ¿echan en falta más respaldo institucional?

-Es algo normal. Yo creo que lo haríamos mal si lo que recibimos nos pareciera suficiente. Siempre tenemos que agradecer lo que ya tenemos pero, al mismo tiempo, intentar aumentarlo. Es una cuestión de ampliar las miras. A pesar de que en este momento tenemos un respaldo financiero importante, siempre hay una demanda de trabajos mayor de lo que se puede publicar.

-¿Cómo se plantea su futuro el Instituto de Estudios Vigueses?

-Queremos fomentar mucho más las charlas y las conferencias. Que no seamos vistos solo como una editorial que de vez en cuando publica un libro. Somos más. Una de las ideas en la que estamos trabajando es, cuando tengamos las posibilidades para ello, ser un centro abierto de investigación. Tenemos una biblioteca creciente y estamos recibiendo archivos diversos y propuestas para recoger otros. Muchas las estamos paralizando hasta poder darles un uso adecuado. Se abren muchas potencialidades.

-Todo eso pasaría por disponer de más espacio. ¿Negocian con el Concello una nueva ubicación?

-No, la sede en la que estamos está bastante bien. Es una cuestión de mejorar el aprovechamiento de los espacios porque es un sitio en el que podemos tener perspectiva. Estamos en una serie de adaptaciones para sacar más partido al espacio.

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