Una investigación desarrollada en aguas de Gibraltar por el buque con base en Vigo, Ángeles Alvariño, desató ayer la primera tormenta diplomática entre Madrid y Londres desde la formación del nuevo gobierno de Rajoy. El barco abandonó a última hora el perímetro marítimo del Peñón tras sufrir durante varios días un hostigamiento por parte de patrulleras de la Royal Navy que alcanzó su máxima tensión con el lanzamiento de bengalas. El Reino Unido justifica la intervención de su Armada al entender que el oceanográfico cometió una "incursión ilegal" en aguas de soberanía británica. España, que solo reconoce al Reino Unido la tutela marítima sobre zonas portuarias del Peñón, anunció ayer que el Ministerio de Exteriores presentará una protesta formal por una acción militar que calificó de "interferencia".

De 46 metros de eslora por 10 de manga, el Ángeles Alvariño forma parte de la flota del Instituto Español de Oceanografía (IEO) -dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad- que tiene en Vigo su puerto base. Capitaneado por el cambadés Darío Casais Barral, el pasado viernes inició la campaña bautizada como "Rigel" para estudiar los riesgos geológicos asociados a cañones submarinos en el Mar de Alborán y Estrecho de Gibraltar. Pero no habían transcurrido ni 24 horas cuando los tripulantes, en su mayoría gallegos contratados por la viguesa Remolcanosa. comenzaron a sentir los problemas.

Según un portavoz del IEO, unidades marítimas de la Royal Navy "lanzaron dos bengalas, pero al aire, no contra el buque vigués". Sí admiten que se trataba de un "intento intimidatorio" aunque aseguraron a este periódico que el incidente "no fue a más y en ningún momento se puso en peligro ni el barco ni a los tripulantes". "Los tiene habido mucho más graves", añadieron. Publicaciones digitales locales, como Gibraltar Chronicle, precisaban ayer que el lanzamiento de bengalas para advertir al buque vigués se había producido no el viernes sino el domingo por parte de la patrullera HMS Sabre y en diferentes momentos del día.

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Impedir lanzar una sonda

Tanto esta web del Peñón como otros medios de comunicación españoles difundieron imágenes donde aparecía una zódiac de la Armada británica tratando de impedir que el Ángeles Alvariño lanzase una sonda de profundidad. El IEO confirmó que los vídeos fueran grabados por el geólogo del instituto ya jubilado, Víctor Díaz del Río, a bordo de este buque oceanográfico, "pero durante una campaña anterior, del año pasado, posiblemente", barajaron.

De lo que no cabe duda es que el buque, que según su armador pudo concluir la misión en aguas del Peñón, estuvo en todo momento controlado por las patrulleras británicas. De esta intensiva vigilancia dieron buena cuenta ayer los medios gibraltereños con la difusión de numerosas imágenes donde se ve al Alvariño abandonando las aguas escoltado por patrulleras de la Royal Navy.

Con estos sucesos se estrena el nuevo ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis Quecedo. Su departamento ya anunció que España protestará de manera formal ante Reino Unido por la "interferencia", como así califica la acción militar británica contra la campaña de investigación del buque vigués. Asuntos Exteriores no concreta la fórmula de la protesta, si a través de una nota verbal o convocando el embajador británico en Madrid, pero fuentes del ministerio de Dastis citadas por Europa Press dejaron claro que el buque realizaba "cometidos rutinarios" en unas aguas que España considera que "son españolas".

Por su parte, el Ministerio de Defensa británico volvió a reivindicar como propias las aguas donde ocurrieron los hechos por lo que tilda la actividad del Ángeles Alvariño una "incursión ilegal en las aguas territoriales británicas de Gibraltar". También anunció que presentaría una protesta formal ante el Gobierno español, según avanzan los medios británicos de comunicación.