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El Sergas busca cambiar el tráfico del Cunqueiro por las colas de hasta 40 minutos de su personal

Los coches de los trabajadores que acceden al parking en el cambio de turno colapsan los accesos -Sanidade insta a los conductores a evitar Clara Campoamor y entrar por Beade

Cuando las dificultades organizativas y de equipamiento se van solventando y la calma parece haber llegado al interior del nuevo hospital de Vigo, los problemas continúan en el exterior. Solucionados los "problemas de seguridad" que el Sergas denunciaba que se producían con los malos estacionamientos, ahora son las colas de los trabajadores para acceder a los aparcamientos en los cambios de turno las que bloquean el acceso al recinto desde la avenida Clara Campoamor atrapando también a usuarios, transporte urbano y metropolitano, así como a vehículos de emergencias. La Consellería de Sanidade admite el problema y ya ha tomado las primeras medidas para tratar de minimizarlo. Para solucionarlo, estudia la posibilidad de cambiar la señalización horizontal para reordenar la circulación por los viales.

Mientras se plantea esta opción, ha adoptado otras de medidas: ha reforzado el personal para distribuir el acceso al aparcamiento de usuarios por sus dos entradas y promueve la llegada desde la VG-20 por Beade.

El problema es que para entrar desde Clara Campoamor -excepto suministros y una vía de urgencias- solo hay un acceso que empieza en dos carriles y, al llegar a la entrada del parking de usuarios, se estrecha en uno. El de personal está un poco más arriba. Tiene 700 plazas gratuitas y solo una entrada y una salida. Las colas se producen desde que se instalaron barreras que se abren según aforo para evitar atascos dentro.

El problema se ha agravado ahora con el fin de la permisividad con los coches mal estacionados en el exterior y el peor momento es la entrada del turno de mañana, que concentra la mayor parte de los 3.600 profesionales del hospital. Estos soportan retenciones de 20 o 40 minutos para entrar y otros 20 para lograr salir, cuentan las médicos Pilar Aguirre y Marian Orallo. "Un infierno", resumen. Destacan que no repercute en la asistencia por la responsabilidad del personal que o sale de casa con mucho tiempo -por ejemplo, Beatriz Montes, que vive en García Barbón, lo hace con hora y cuarto- o alarga su jornada hasta que el relevo logra llegar. No se plantean acudir al de pago porque entiende que el problema es el mismo, "hay que entrar por el mismo sitio". Dora les corrige: al de usuarios se puede acceder desde Beade. Ella se está pensando abonarse para huir de esa "ratonera".

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