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La ciudad estabiliza el número de nuevos carnés de conducir tras 4 años de pérdidas

Tráfico expidió 4.609 permisos entre enero y octubre - En 2011 fueron 6.543 y desde entonces cayeron en picado -Las autoescuelas esperan que sea un punto de inflexión

Un alumno de una autoescuela realiza prácticas por el centro de Vigo. // R.G.

Vigo recupera las ganas de conducir. Tras cuatro años seguidos de descenso en el número de permisos expedidos por la oficina local de tráfico, 2016 marca un punto de inflexión al superar los datos, salvo hecatombe en los dos últimos meses del año, de 2015. Si en noviembre y diciembre se mantienen los guarismos del último lustro, la ciudad rondará las cifras de automovilistas noveles de 2013 y 2014.

La superación de los peores años de la crisis económica y sobre todo la mejoría del empleo juvenil son algunas de las causas que esgrimen las autoescuelas para este aumento de nuevos conductores en la ciudad. Las academias olívicas celebran estos datos y esperan recuperar poco a poco los números de 2011, donde se expidieron más de 6.500 licencias. En 2015 fueron apenas 5130. "Seguro que es un punto de inflexión para todos. Nos costará volver a los niveles de ocupación de hace una década, pero por lo menos se ha detenido la sangría", explica José Luis Pazó, de Autoescuela Pazó.

Durante los últimos años, estos negocios idearon numerosas promociones para atraer a los nuevos conductores hasta sus aulas, tarea complicada en una ciudad como Vigo. "Somos demasiadas autoescuelas aquí para la oferta que puede haber. Si a eso le añadimos los problemas económicos de los ciudadanos tenemos unos datos de ocupación ínfimos", argumenta Montse Alfonso desde la Autoescuela Anxo.

Una de las ofertas que más éxito tuvo entre los automovilistas noveles este año fue la que llevaron de la mano FARO y Autoescuela Casablanca. Con ella, los alumnos se beneficiaron de descuentos de hasta el 90%. "Fue un alivio para nosotros porque atrajo a mucha gente joven que buscaba los mejores precios para conducir en la ciudad", relata Beatriz Fernández desde la citada academia.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sitúa a Vigo como una de las urbes más caras del país para conseguir el permiso de conducir. Pese a ello, desde las autoescuelas olívicas destacan que en el último lustro han bajado los precios y que es imposible que desciendan más. "Antes se exigía un precio razonable por la matrícula y ahora se regala", explica Alfonso. "No tenemos un precio más elevado que en otras ciudades similares y no podemos abaratarlo más", aclara Pazó. El colectivo que aglutina a las academias de la provincia estima que, desde el estallido de la recesión económica, cerraron en Vigo siete negocios.

Pese a la crisis que azota al sector desde hace un lustro, hay algunas academias que han mejorado sus números mientras las demás perdían estudiantes. Es el caso de la A-52, que cuenta con más alumnos cada año. "No hacemos nada diferente a otras autoescuelas, pero sí tenemos un gran porcentaje de aprobados y el boca a boca atrae a más conductores noveles", explica Manuel García desde su negocio.

Tras varios años circulando por un túnel oscuro, las autoescuelas de la ciudad comienzan a ver la luz al final del mismo y confían que el ligero crecimiento vivido este año sea solo el inicio de un nuevo camino.

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