"Ha sido una idea fenomenal y funciona muy bien. Creo que debería extenderse a otros puntos de la ciudad". Habla la responsable de la Asociación de Hosteleros del Casco Vello, Itos Domínguez, quien más de medio año después de la puesta en marcha del plan de recogida de vidrio "puerta a puerta" en los locales del barrio no duda en tildar la iniciativa de "éxito". Entre su arranque, la última semana de marzo, y principios de octubre el Concello ha retirado en los bares, cafeterías, restaurantes... de la zona antigua casi 151 toneladas de vidrio. Más o menos es el 60% de lo que se recogió cada mes en 2015 en toda la ciudad, donde hay miles de negocios y -según los datos oficiales del INE- están empadronados unos 294.000 vecinos.

El Concello activó el plan a finales de marzo para retirar los contenedores del Casco Vello, una zona con calles estrechas y numerosos establecimientos. Al principio se anotaron a la campaña 69 locales, entre los que se repartieron 73 cubos en los que los hosteleros pueden almacenar las botellas vacías y cascos de vidrio. Una semana después ya se sumaban otros 46 establecimientos entre los que se distribuyeron 48 nuevos recipientes. A finales de septiembre el número de locales que se beneficiaban del servicio ascendía a 115. Con el aumento de negocios adheridos también se reforzó el servicio. De recoger los cubos dos días a la semana, se pasó a finales de julio a tres: los martes, viernes y sábados.

La iniciativa tiene otra gran ventaja: permite mejorar el reciclaje de toneladas de vidrio. Antes de la puesta en marcha del servicio había hosteleros que arrojaban las botellas a los contenedores de residuos orgánicos en vez de llevarlas hasta las isletas exclusivas para el vidrio, situadas en zonas periféricas del barrio histórico. Algunos almacenaban las botellas para luego llevarlas en sus coches hasta los colectores de reciclaje. Eso, reconocen desde el sector, tenía varios inconvenientes: suponía un esfuerzo extra y una inversión de tiempo que no todos podían o estaban dispuestos a realizar. La consecuencia era que cada mes salían de la cadena de reciclaje miles de kilos de material. Solo en agosto de este año, por ejemplo, el centenar de locales suscritos al programa generaron 32,86 toneladas de vidrio.

El servicio de recogida "puerta a puerta" del Concello les facilita el proceso. Los hosteleros se limitan a almacenar botellas, vasos y cascos en los cubos especiales que les entregan y, cuando llega el día de vaciarlos, son los propios operarios del servicio de recogida los que acuden a sus negocios. Domínguez señala incluso las facilidades que ofrecen los operarios. Gracias a esas ventajas solo en los tres primeros meses de la iniciativa ya se habían recogido 64,18 toneladas que se pudieron volver a reciclar.

Para incentivar el reciclaje entre los hosteleros, a finales de julio Ecovidrio premió a los autónomos más comprometidos con el reaprovechamiento de los materiales y el servicio de recogida Puerta a Puerta del Casco Vello. Técnicos de Ecovidrio visitaron para ello los establecimientos con el fin de conocer sus impresiones y propuestas.