"El sacrificio del paseo será mínimo, de 300 a 400 metros, y ya se verá la manera de compensarlo a la ciudad". Enrique López Veiga resta importancia al hecho de que el plan de convertir parte de la escollera de Bouzas en atraque para buques suponga la supresión de parte de una senda peatonal tan concurrida. Tomando la dimensión mínima planteada por los técnicos para el nuevo muelle, el tramo peatonal se recortaría menos de un 30%.

Con este nivel de afección, la transformación de la escollera en muelle tampoco afectaría al Paseo dos Peixes. Desde donde acaba este recorrido adornado con esculturas hasta el inicio propuesto del atraque Ro-Ro todavía suman cientos de metros que quedarían para disfrute ciudadano.

Dentro del proyecto "Terminal Ro-Ro Plus" del Blue Growth figuran otras actuaciones que ya están en marcha. Como la ampliación del recinto para el estacionamiento de vehículos a costa del derribo de las casetas de armadores. Tras reubicar a todos los afectados, el Puerto fija para finales de este año principios del próximo el inicio de las demoliciones.

De las discusiones de los grupos de trabajo del "Crecimiento Azul" surge también el aumento de la capacidad de los silos mediante el adosado de media entreplanta. Ya incluido en el Plan de Empresa del Puerto de Vigo para 2017, con este módulo de 10.000 m2, el aforo del parking metálico ganará 600 plazas, situándose el total en 3.600. La inversión necesaria supera los dos millones de euros.

Todo este esfuerzo inversor y de planificación para adecuar la terminal Ro-Ro a las futuras exigencias del mercado se produce, curiosamente, cuando el presidente mantiene un pulso con los operadores por su reticencia a abaratar costes a sus clientes, principalmente PSA, haciendo uso de la liberalización de la carga y descarga de vehículos aprobada desde el pasado marzo. Tanto es así que para presionarles, López Veiga reitera la vigencia de su amenaza en sacar a concurso la terminal, y en estas semanas ha podido comprobar que hay empresas muy interesadas en optar a su gestión. Como justificación, López Veiga esgrime las pérdidas millonarias que cada año genera su mantenimiento y explotación. Sin embargo, su "deseo" es no deshacerse del recinto, como demuestra con las actuaciones impulsadas.