El puerto exterior de A Coruña sigue dando muestras de su baja actividad a pesar de que el faraónico proyecto va camino de sumar una inversión de mil millones de euros. El último indicador de esa situación lo aporta la autovía de acceso al puerto de Langosteira, que se abrió en junio tras varios meses de retraso. Según los datos que maneja el Ministerio de Fomento -recabados gracias a un medidor instalado a escasos 800 metros del túnel da Costa- entre junio y agosto utilizaron ese vial una media de 520 vehículos al día. El mes que más tráfico registró fue precisamente el primero, junio, con 547. De media emplean cada jornada el vial 315 coches y 205 camiones.

El presupuesto de las obras fue de 68,7 millones de euros, cantidad a la que se suman el coste de la redacción del proyecto, el importe de las expropiaciones y la vigilancia de las obras. En total la autovía supuso una inversión de 83,6 millones. El nuevo acceso al puerto exterior de A Coruña mide 5,1 kilómetros, cuenta con dos carriles por sentido -salvo en el enlace con la AG-55- y transcurre únicamente por el municipio de Arteixo.

Además de la autovía que se acaba de inaugurar, quedan todavía por culminar otras infraestructuras de acceso: una es la prolongación de ese vial, un proyecto que carece todavía de la Declaración de Impacto Ambiental; otra es la red ferroviaria, aún pendiente y cuyo coste está estimado en 132 millones. La redacción de esta última actuación se adjudicó en julio.

El derroche en Langosteira, que suma una inversión faraónica sin lograr alcanzar unos niveles de actividad que justifiquen ese gasto, ha llamado incluso la atención del Tribunal de Cuentas Europeo. En una auditoría reciente constataba el despilfarro de fondos públicos en Langosteira, que se sitúa en una zona de la costa en la que las olas llegan a alcanzar los 14 metros durante los días de fuerte temporal.

El propio Tribunal de Cuentas Europeo censura el coste adicional que supone la conexión ferroviaria en una infraestructura portuaria que llega incluso a calificar de "innecesaria". En su auditoría -que evalúa los fondos destinados a obras en cinco puertos españoles y uno italiano- Langosteira se sitúa como paradigma del derroche de fondos comunitarios sin un resultado que justifique su inversión.

El doble de lo previsto

Las obras del puerto exterior se adjudicaron en 2004 por 429 millones de euros y ya durante su primera fase se elevaron a 560. En su plan de empresa 2016-2020 el Puerto de A Coruña refleja que la obra consumirá hasta esa fecha 748 millones. Esa cantidad no incluye, sin embargo, los 83 millones que costó el enlace por carretera; ni la red ferroviaria, todavía por construir y que está presupuestada en 132 millones, con lo que el total de inversión en las infraestructuras del puerto exterior superarían ya los 960 millones de euros. La Comisión Europea fija la finalización de las obras para el ferrocarril en 2021. A la vista de los resultados del puerto el Tribunal Europeo considera que "no era necesario gastar financiación" de la Unión Europea.