La delegación territorial de la Xunta de Galicia en Vigo acoge desde hoy una exposición que muestra los seis mejores proyectos presentados al concurso de ideas convocado para la conversión del complejo hospitalario del antiguo hospital Xeral en Ciudad de la Justicia, en el que el arquitecto Alfonso Penela resultó ganador.

El vicepresidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, la secretaria territorial en Vigo, Yolanda Lesmes, y el arquitecto vencedor del proceso, entre otras personalidades, han asistido esta mañana a la inauguración de la muestra, que enseña a la ciudad las tres propuestas mejor valoradas por el jurado del concurso y otros tantos accésit.

Alfonso Rueda ha destacado la importancia de que el proyecto ganador, presupuestado en 25 millones de euros y con un plazo de ejecución de tres años, sea conocido por diversos colectivos de la ciudad y no solo por los futuros usuarios de la infraestructura, que conocieron sus detalles durante la emisión del fallo del concurso.

Considera una "buena idea" la recuperación de un edificio que "va a revitalizar un barrio" tras el cierre del hospital Xeral, y que ayudará a "seguir construyendo ciudad entre todos", al contar la propuesta de trasladar allí los juzgados con el "acuerdo unánime" de la sociedad. "Con esta exposición queremos que se reconozca el trabajo de los profesionales y que no decaiga ese impulso para, en un periodo de tiempo corto, alcanzar un hito importante", ha manifestado.

Por su parte, Alfonso Penela ha reconocido que su condición de vigués le ha otorgado la "ventaja" de la "memoria histórica", ya que cuando se levantó el Xeral parecía "un edificio de otro mundo", por lo que su objetivo no es otro que "aprovechar el concurso para reconquistar la ciudad". Ha abundado en que se centró en "aprovechar algo que el crecimiento incontrolado" de la ciudad "no dejó aprovechar" y también "la fuerza" del inmueble para que este se impregne de "dignidad".

Este proyecto ganador, del que se puede observar una maqueta, prevé la eliminación de anexos que se fueron construyendo en torno a la torre, conocida como "pirulí", salvo el destinado a usos sanitarios; un aparcamiento subterráneo para usuarios, además de otro para profesionales de la justicia, y la recuperación del color blanco primigenio de la fachada.

Penela ha añadido que plantea una plaza para "unir dos calles" y que así el uso del edificio "transcienda".

También prevé colocar en "cota cero" aquellos servicios que precisen una mayor "inmediatez", como el juzgado de guardia o de violencia de género.