El Gobierno de Theresa May ha anunciado restricciones tanto a la contratación de trabajadores internacionales por parte de las empresas como a la llegada de estudiantes extranjeros a las universidades británicas. Sin embargo, desde la Escuela de Enfermería del Meixoeiro confían en que estas medidas para reducir la inmigración en el Reino Unido no afecten al acuerdo que acaban de alcanzar con el hospital universitario de Southampton y a las posibilidades que los alumnos tienen de ser contratados tras las prácticas.

El coordinador de la oficina de relaciones internacionales de la escuela, el profesor de inglés Anthony Rostron, asegura que la pretensión del centro hospitalario británico es incorporar a las alumnas becadas a su plantilla, una vez finalicen sus estudios. "Dar clase en el hospital tiene un coste alto. El centro británico no va a invertir eso en ellas si no puede recuperar la inversión luego teniéndolas como trabajadoras", argumenta.

Para apoyar su afirmación también apunta a otro dato: casi el 5% de las enfermeras del Reino Unido proceden de otros países de la Unión Europea, una cifra que ha crecido de forma exponencial en los últimos año. Rostron defiende que si la sanidad pública inglesa prescinde de los europeos y del resto de extranjeros, "se caería". Está convencido de que eso no pasará.

Sostiene que, "cuando los sistemas son malos, se abren oportunidades", y entiende que las seguirá habiendo en Inglaterra para las enfermeras españolas, bien consideradas por su formación y con un panorama laboral muy complicado en España.