"La llegada de la Ciudad de la Justicia es la noticia del año para todos los que aguantamos en la zona". Así de rotunda se mostraba ayer Rosa Vello, presidenta de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros del entorno del Hospital Xeral. Desde que el Álvaro Cunqueiro abrió sus puertas y dejó al antiguo centro de referencia en el centro de Vigo bajo mínimos, casi una veintena de locales cercanos a la que será la nueva sede judicial cerraron sus puertas para siempre. Los que todavía permanecen abiertos confían en que la nueva función que desempeñará el 'Pirulí' olívico devuelva la vida al barrio.

"Antes era imposible aparcar y ahora es difícil no hacerlo. Apenas circulan coches a no ser que vengan por Pizarro y hasta la gente del entorno está más triste. Necesitábamos una noticia así para poder ver la luz al final del túnel", comentaba María Jovita Alonso, que todavía mantiene su floristería en frente del Xeral. "Sabemos que no volveremos a tener el trajín de antaño, pero es un alivio que vayan a construir algo tan importante aquí", añadía.

"Es mejor no mirar atrás porque todo es muy deprimente. Ahora tenemos que sonreír por lo que se nos viene", manifestaba Deolinda Lorenzo desde su pequeño kiosko.

Pese al elevado número de comerciantes que han huido de la zona, son muchos los que todavía no logran explicar los motivos por los que permanecen un año después de ver como sus ingresos se reducían drásticamente.

"Supongo que seguimos aquí porque llevamos mucho tiempo, conocemos a casi todos los vecinos del barrio y nos da pena marchar, pero los meses que hemos pasado no se los deseo a nadie", señalaba Vello. "Las ventas han bajado casi un 70%", apostillaba María Pérez, vicepresidenta del colectivo y dueña de un pequeño local en las inmediaciones de la próxima Ciudad de la Justicia.

Los comercios que más han notado el cambio de hospital han sido los relacionados con la sanidad, como puede ser la farmacia García Tomás, creada en 1947 y situada en la calle Pizarro, a escasos metros del Xeral.

"Para todos ha sido un año muy malo pero nosotros lo hemos acusado mucho porque recibíamos a numerosos clientes que venían directamente desde el médico", explicaba ayer Clemente García en su establecimiento.

En lo que se ponen de acuerdo los titulares de los negocios del lugar es en lo acertada que ha sido la decisión de escoger el proyecto de Alfonso Penela entre todas las propuestas que habían llegado hasta el jurado.

"El 'Pirulí' va a ser precioso y la zona quedará maravillosa", indicaba Rosa Vello. "La elección es muy acertada porque respeta el diseño arquitectónico del edificio", apuntaba Clemente García. "La plaza le va a dar mucha amplitud a todo el entorno y la gente podrá pasear por ella con sus hijos y nietos", comentaba María Jovita.

Optimistas con los plazos

El fallo del jurado será elevado ahora al órgano de contratación para que en julio de 2017 se adjudique la obra y, 28 meses después, a finales del año 2019, la Ciudad de la Justicia sea una realidad. Los comerciantes cercanos al Xeral se muestran optimistas con estos plazos y confían que la nueva sede judicial esté operativa en los tiempos fijados.

"El jurado ya ha escogido el proyecto ganador e incluso hay un presupuesto estimado de 25 millones de euros, por lo que entiendo que todo llegará a tiempo", manifestaba Clemente García.

Rosa Rodríguez, que mantiene su comercio en la calle Padre Feijóo, espera que los plazos no se dilaten "porque hace mucha falta que el barrio recupere su ritmo habitual". Para ella, es importante que las obras comiencen cuanto antes porque así podrán "adecentar" la zona, muy descuidada desde el traslado del complejo hospitalario al Álvaro Cunqueiro.

Algo más de un año después de que a muchos comerciantes les arrebatasen gran parte de su volumen de negocio, la próxima Ciudad de la Justicia les ha devuelto la sonrisa y sobre todo la ilusión por permanecer junto a sus establecimientos en los aledaños del antiguo Xeral.