Sobre las mesas de los juzgados de Familia de Vigo no solo se acumulan demandas de separaciones o asuntos derivados de dichas rupturas matrimoniales. Cada vez va ganando más peso la labor relacionada con los internamientos y las incapacidades. Y entre estos cometidos destaca el control judicial de los ingresos no voluntarios de enfermos psíquicos en hospitales psiquiátricos, asuntos que sumados a las incapacidades e internamientos en geriátricos suponen el 40% de la carga de trabajo en estos tribunales.
Desde enero y hasta finales de septiembre fueron 516 los casos de ingresos en psiquiátricos que tuvieron que ser supervisados por estos juzgados. Aunque observan una gran diversidad en el perfil y edad de estos pacientes, jueces especializados en Familia detectan un repunte de internamientos de jóvenes en estos centros mentales. "Te encuentras un poco de todo, sin embargo sí hemos tenido que ratificar el internamiento de más jóvenes que de costumbre", señala un magistrado, quien añade que suelen tratarse de "pacientes psiquiátricos agudos".
Las enfermedades más comunes que padecen estos jóvenes y que, por lo tanto, condicionan su ingreso no voluntario en estos hospitales psíquicos son la esquizofrenia, la bipolaridad y la drogadicción.
En el caso de menores o adolescentes, cuyos ingresos también son vigilados y controlados judicialmente, los episodios son diferentes. El titular del Juzgado de Primera Instancia número 12 de Vigo, especializado en Familia, advierte del incremento de casos de internamiento de menores por autismo. "Tenemos varios casos de menores con este trastorno. En estos momentos estamos controlando a un chico con un caso de autismo muy fuerte", revela el juez.
Residencias y geriátricos
Otra de las atribuciones de los juzgados de Familia es la atención a las peticiones que se producen por parte de residencias de la tercera edad o familiares para las autorizaciones de ingresos de mayores que, debido a enfermedades como la demencia senil o semejantes, no pueden valerse ni decidir por si mismos. Estos internamientos supusieron un total de 280 asuntos en estas dependencias, casi un 60% más de casos que en las mismas fechas de 2015. "Ancianos con trastornos degenerativos y cognitivos" son el prototipo de personas internadas en estos geriátricos.
Por su parte, las incapacidades también suelen afectar en mayor medida a personas de avanzada edad: 198 expedientes fueron tramitados por los tribunales de Familia de Vigo en los primeros nueve meses del año 2016.
Estos controles, tanto los internamientos en psiquiátricos como en geriátricos, se realizan semanalmente. Una vez producido el ingreso, se dispone de 72 horas para ratificar el internamiento involuntario. Es la comisión judicial, formada por un juez, un secretario y un forense, los que se entrevistan con el afectado para determinar su internamiento. En el día de ayer, el secretario y el magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 12 se trasladaron hasta la unidad de psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro y a la residencia de psicogeriatría de El Pinar para la evaluación de dichos ingresos.
En los últimos seis meses aseguran que se han ratificado todos los internamientos en estos centros, constatando la necesidad de que la persona ingresada debe continuar su estancia en estas instalaciones. "Los controles los realizamos cada semana. Hablamos personalmente con el paciente para asegurarnos de que su internamiento es necesario a pesar de que sea contra su voluntad", asegura el magistrado de este tribunal.
