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Ofensiva contra el vandalismo urbano

Los comerciantes de Príncipe urgen instalar cámaras ante el vandalismo

Apremian a que operen antes de Navidad, época en la que suelen registrarse más daños en esta calle

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Vandalismo urbano en Vigo

El vandalismo en la ciudad ya no actúa con la misma intensidad que hace apenas una década. Sin embargo, el coste de sus destrozos sigue siendo uno de los principales dolores de cabeza para los empresarios de la zona comercial más importante de Galicia, la calle del Príncipe. Con las agresiones a las fotografías de la exposición "Vigo sonríe" como detonante, la asociación que los representa cree que ha llegado el momento de poner remedio a la acción de los gamberros con la instalación de cámaras de vigilancia, que demandan desde hace más de dos décadas. Urge al Concello y a la Subdelegación del Gobierno a agilizar los trámites para que estén instaladas antes de Navidad, una época tradicionalmente problemática.

Después de una crisis que desplomó sus beneficios hasta un 50%, el comercio de Príncipe ha logrado levantar cabeza y "vive un buen momento", según el presidente del Centro Comercial Abierto, Cándido Rial. Una paulatina recuperación que tiene reflejo en la ocupación de los locales, con una demanda tan alta que cuando cierra un negocio solo transcurren seis días hasta que abre otro en su lugar. Ahora que la principal calle de compras de la ciudad y, según Rial, la tercera con mayor volumen de ventas de España, recupera su esplendor, los comerciantes entienden que ya es el momento de poner fin al deterioro que provoca el vandalismo. Reconoce que ahora es "puntual". Principalmente, los fines de semana, cuando se usa Príncipe como enlace entre los bares del Casco Vello y la zona de marcha de Churruca, o cuando se celebran eventos de gran afluencia, como O Marisquiño.

Está convencido de que las cámaras disuadirán a los gamberros. "La gente verá el cartel de zona vigilada y empezará a tomar conciencia". Pone como ejemplo las 30.000 que vigilan Madrid o los drones que utilizan en Alicante. Dirigiéndose a los que se oponen a ellas, Rial explica que las imágenes se borran a los 7 días y solo las puede ver la Policía.

Los comerciantes no tienen un cálculo de cuánto les cuestan estos daños, pero Rial asegura que es "caro". No solo por la limpieza de las fachadas o la sustitución de lunas rayadas -que deben resolver rápidamente para dar buena imagen a la clientela-, sino por otros perjuicios indirectos como la subida de las pólizas de seguros al estar ubicados con elevado riesgo de daños.

Tras las agresiones a la muestra del fotógrafo Teniente, el Concello se comprometió a instalar cámaras. El sistema,de 36.000 euros, debe salir a licitación y contar con un informe favorables del Gobierno. Rial pide a ambas administraciones "agilidad" en su tramitación para disponer de ellas para la época navideña.

El Centro Comercial Abierto propone crear una tasa obligatoria para dinamizar la zona

  • Desde Centro Príncipe defienden que es el pequeño comercio el que ha logrado "mantener vivo", el corazón de la ciudad, colaborando en la financiación de actividades para dinamizar las calles y atraer a posibles clientes. Es su manera de combatir a las grandes superficies, que se ubican en las afueras. Critican que estas, ahora, han empezado a implantar pequeños locales en las zonas comerciales del centro, pero sin contribuir al pago de estos eventos. Han planteado ante la Dirección Xeral de Comercio una medida que ya se ha adoptado, "con buenos resultados", en Inglaterra o Estados Unidos: que la Administración implante una tasa obligatoria para todos aquellos negocios que se instalen en "zonas de interés comercial" y que lo recaudado se destine a esta dinamización.El presidente de Centro Príncipe, Cándido Rial, explica que hay que dar "un paso más" en el modelo de centro comercial abierto, creado ya hace 20 años. Han planteado a la Xunta que se conviertan en "zonas de interés comercial" y, a través de esta figura, recaudar una tasa a todo el comercio que quiera instalarse en ellas. Para ello, sería necesario modificar la ley de comercio interior.Esta asociación crearía una zona de interés comercial que abarcaría Príncipe, Urzáiz y Colón. El que se negara a pagar esta cuota obligatoria para sufragar actividades, no podría instalarse en ellas. "Las grandes cadenas, todo lo que sea voluntario, no lo pagan y se aprovechan de lo que invierte en dinamizar el pequeño comercio", reprocha el gerente de Centro Príncipe, Enrique Núñez.Entiende que podría articularse como un recibo que se tramitara a través del Concello o de la Xunta. Cifra su cuantía en torno al 1% del alquiler. Explica que "es la fórmula de la que se está hablando ahora en toda España".Cándido Rial recuerda que, durante la Alcaldía de Ventura Pérez Mariño, estuvo a punto de fraguar una medida similar. "Hablábamos de meter esta cuota como un porcentaje del recibo del IBI, porque no encontrábamos otra manera".

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