El puerto de Vigo amaneció ayer con ecos y colores colombianos. Al filo de las nueve de la mañana la silueta del Gloria, velero insignia de la Armada Nacional de Colombia, se recortaba contra las Islas Cíes mientras el buque se adentraba en la ría. Subidos a sus mástiles y botavaras saludaban a la ciudad con los brazos abiertos más de medio centenar de marineros, vestidos con camisas amarillas, azules y rojas, los colores de la bandera de la república. A medida que el bergantín se aproximaba a tierra su tripulación coreaba el himno del Gloria: "De Colombia mensajero, surcará el mundo entero su graciosa arboladura desplegada en el azul...". Media hora después y ya amarrado en el muelle de trasatlánticos con ayuda de dos remolcadores, daban la bienvenida al velero un comité encabezado por el embajador de Colombia en España, Alberto Fumanski; y el Coronel Ernesto José Coral. Decenas de compatriotas esperaban también la llegada del barco, algunos con familiares entre la tripulación. Un ráfaga de salvas y el himno del país cerraron la ceremonia. Desde ayer y hasta el sábado por la tarde el puerto acogerá a este noble bergantín que sirve de escuela a los futuros oficiales que nutrirán a la Armada colombiana. Quienes quieran conocerlo podrán visitarlo hoy y mañana entre las 9.00 y las 12.00 y las 14.00 y 16.00 h.

El Gloria recala en Vigo como parte de su periplo de seis meses por aguas del Oceáno Atlántico. A mediados de junio partió de Cartagena de Indias rumbo a Kingston, Charleston, Halifax... Al puerto olívico llega tras haber hecho escala en San Petersburgo y desde aquí continuará su travesía a Casablanca. El 17 de octubre prevé partir de la emblemática ciudad marroquí para encarar 35 jornadas de navegación rumbo de nuevo a Jamaica. A principios de diciembre -explicaba ayer su tripulación- el Gloria planea llegar de nuevo a Cartagena de Indias, con tiempo de sobra para celebrar las navidades. En total, a lo largo de su travesía de seis meses sumará unas 13.700 millas de navegación y permanecerá 23 días amarrado en puertos.

"Sentimos a Vigo como nuestra casa. Los alumnos están muy contentos de llegar a España", explicaba el Capitán del navío, Mauricio Echandía Zuluaga. El oficial recuerda que a bordo del Gloria viajan alumnos de la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla, situada en Cartagena. "Este es su primer contacto con el mar y después serán trasladados a los buques de guerra de la Marina de Colombia", anota Echandía: "Es el momento por el que han estado esperando durante su proceso de formación". Según explican desde el buque, a bordo viaja una tripulación de 153 personas, de los que 72 son alumnos. Además de los pupilos colombianos en el velero viajan invitados de otras armadas, como la española, mexicana, peruana o uruguaya.

No solo los tripulantes se sentían ayer "en casa" tras su partida del Mar Báltico. También el Gloria regresaba ayer al país que lo vio nacer. El bergantín fue construido hace casi medio siglo, en 1968, en los astilleros bilbaínos de Celaya, al igual que sus hermanos Guayas (Ecuador), Cuauhtémoc (México) y Simón Bolívar (Venezuela). Sus velas ya se desplegaron en Vigo y Baiona en el verano de 1998, durante la celebración de la célebre regata "Cutty Sark". El nombre lo toma de Gloria Zawadsky, pintora y viuda de Gabriel Rebeiz, por entonces general y ministro de Defensa del Gobierno de Colombia.

El navío, un bergantín de tipo bricbarca -es decir, que lleva velas cuadradas en sus dos primeros palos, trinquete y mayor, y vela cangreja en el tercer palo, llamado de mesana- y mide 76 metros de eslora total por 10,7 de manga y 5 de calado. Su superficie vélica es de 1.700 metros cuadrados y su palo mayor alcanza los 40 metros de altura. Gracias a la enorme bandera que porta, casi tan grande como su vela cangreja, la silueta del buque resulta inconfundible vista desde lejos.

Dos vueltas al mundo

En su hoja de ruta el Gloria presume de haber navegado más de 823.300 millas náuticas y sumar cerca de 8.600 días de navegación durante los que ha tocado 190 puertos de casi 80 países -ha navegado de Finlandia a Argentina y de Nueva Zelanda a Estados Unidos-. Ha cruzado el meridiano 0º 39 veces, 12 el meridiano 180º y 44 la línea del Ecuador. En total sus mástiles han visto cómo el velero daba dos vueltas al mundo. A lo largo de ese notable periplo la pierna de navegación -travesía sin escalas- más larga que ha encarado fue de casi dos meses: los 52 días que le llevó viajar desde Cape Town, en Sudáfrica; a Sidney, en Australia. A vela alcanza una velocidad máxima de 12,5 nudos. El principal distintivo del Gloria es sin embargo su papel de "buque insignia" de la Armada Nacional de Colombia, lo que le ha valido también ser designado como embajador flotante del país en los mares de todo el mundo.

La eslora de esta escuela flotante es de es de 64,6 metros y su manga, de 10,6. La ficha técnica del buque la completa un desplazamiento de 1.300 toneladas, un calado máximo de 4,8 m y un motor de arranque de 1.300 HP y de 60 días de autonomía. En total suma 52 cruceros de cadetes y 25 de grumetes.