El Sergas pasó factura a la concesionaria del Álvaro Cunqueiro por los fallos de "calidad" y de "disponibilidad" en la prestación de los servicios, en el arranque del nuevo hospital. En especial, por las deficiencias en la cocina, la limpieza y el mantenimiento, la Administración la penalizó con 189.112 euros en el primer mes en el que funcionó este mecanismo sancionador -desde el 25 de noviembre de 2015 hasta finales de año-. Así, le restó casi una décima parte del importe máximo que podría ingresar por esta gestión.
El contrato de concesión -por los próximos 20 años- entró en funcionamiento el 25 de septiembre de 2015, una vez finalizado el traslado al Álvaro Cunqueiro. En ese momento, la Sociedad Concesionaria Novo Hospital de Vigo empezaba a cobrar. Si el canon anual es de 56,5 millones, por esos tres meses del pasado ejercicio le correspondieron 14,26 millones. El 60% es por el pago de la construcción y sus costes de financiación. El otro 40%, por la gestión de once servicios no sanitarios en todo el Chuvi -unos dos millones de euros al mes-. La concesionaria creó una "sociedad operadora" del mismo nombre para encargarse de estos últimos y de las explotaciones comerciales -cafeterías, televisión, internet, aparcamiento...-. Estas últimas le reportaron unos ingresos de 874.921 durante el año pasado.
La Oficina Técnica de Seguimiento, dirigida por Belén Baltar, es la encargada de controlar que la concesionaria cumple con lo recogido en el contrato. Si el servicio no reúne la calidad requerida o no está disponible, se le penaliza con una deducción en la cuantía máxima. Este mecanismo sancionador empezó a funcionar dos meses después de la entrada en vigor de la concesión. En concreto, el 25 de noviembre. Desde entonces y hasta el 31 de diciembre -36 días-, las deficiencias supusieron a la empresa deducciones por importe de 189.112,06 euros -sin IVA-. Por aquel entonces, eran constantes las quejas de los pacientes por la comida que se servía en las habitaciones. En junio de 2016, se relevó a la empresa de restauración. Los profesionales también protestaban por la falta de limpieza en algunas zonas o la lentitud del servicio por escasez de personal, así como por otras cuestiones de mantenimiento.
La sociedad concesionaria, en su informe sobre las cuentas anuales de 2015, especifica que "se han propuesto y se están implementando acciones de mejora encaminadas al aumento de la calidad percibida de los servicios más afectados".
En este documento, la UTE liderada por Acciona también recoge que la Consellería de Sanidade le denegó la compensación solicitada por unos sobrecostes en la cimentación del hospital. En una reclamación fechada el 29 de junio de 2014, cifró en 6,78 millones de euros este desajuste por "la diferencia de soluciones" entre "lo previsto en el proyecto de licitación y el ejecutado". La Administración, el 11 de noviembre de 2015, desestimó el "requilibrio económico financiero del contrato" solicitado a cambio y asegura que no ha vuelto a tener "comunicación" sobre este tema.
Aparcamiento
Este informe también revela que la empresa adjudicataria del párking del nuevo hospital, Aljamil S.A., ha presentado una "reclamación no formal" ante la sociedad concesionaria por el canon de explotación y, en el momento del cierre de las cuentas de 2015, le adeudaba 735.772 euros. El texto señala que esta cuestión es "la única incertidumbre significativa que llega asociado un riesgo importante de cambios en el valor de los activos o pasivos en el próximo ejercicio", aunque los administradores estiman que "se podrá recuperar la totalidad del importe".
