"El sistema de frenado del tren funcionaba perfectamente". La aseveración es de Juan Carlos Carballeira, ingeniero de Caminos y uno de los peritos designados por la Xunta que en la mañana de ayer participó en las diversas pruebas periciales que se llevaron a cabo en los vagones del tren accidentado, en una pequeña reconstrucción de lo ocurrido que se llevó a cabo gracias a la ayuda de un convoy de mercancías que se conectó al Tren Celta para activar su sistema hidráulico, permitiendo probar así el estado de los frenos. El tren descarriló, el pasado 9 de septiembre, a 118 kms/h tras entrar en una vía secundaria limitada a 30. En el accidente hubo cuatro muertos y 48 heridos de diversa consideración.

Carballeira estuvo acompañado de una treintena de especialistas de Renfe, Comboios de Portugal y Adif. Un grupo de expertos que, tras los análisis realizados en la cabeza tractora, concluyó que los frenos del Tren Celta siguen funcionando bien "incluso después del siniestro", tal y como apuntó el propio Carballeira.

El funcionario autonómico corroboró no sólo que los frenos habían respondido con normalidad en las mediciones realizadas durante la jornada de ayer, sino que "todo había salido dentro de los parámetros establecidos". Los análisis efectuados desde primera hora de la mañana hasta aproximadamente la una de la tarde se dividieron, según explicó el propio perito, en cinco categorías. "Hemos realizado una inspección general, se han medido parámetros de rodadura relacionados con la seguridad, hemos valorado el diámetro de la rueda que está asociada a la caja negra para chequear la velocidad, se ha analizado el enclavamiento de vía (sistema encargado de garantizar que el tren circule por la vía que le corresponde), y hemos inspeccionado varios datos en la vía", apuntó Carballeira en el andén de la estación ferroviaria de Porriño, al tiempo que añadía que, tras analizar el resultado de las pruebas, "no hemos encontrado ningún fallo".

Sin causa conocida

Si bien queda finalmente despejada la incógnita sobre el correcto funcionamiento del sistema de frenado, desde el grupo de expertos que trabajan para esclarecer lo sucedido todavía no quieren apuntar a ninguna hipótesis, tampoco a la del fallo humano: "aún estamos estudiando todas las posibilidades y queda alguna prueba pericial más por hacer", señala Carballeira, quien culmina afirmando que "sabemos que hay un exceso de velocidad pero desconocemos la causa, por lo que ahora mismo no hay ninguna hipótesis definida".

Los exámenes periciales continuarán "a partir de la semana que viene" y contemplan "un recorrido de la línea" por la que circuló el tren accidentado y "más reconocimientos de los sistemas de enclavamiento de la línea, que son los que permiten guiar al tren por la vía correspondiente", explicó Juan Carlos Carballeira. Serán los próximos análisis los que posibiliten delimitar si elementos como la aguja o los sistemas sonoros y luminosos funcionaron correctamente, aunque según adelantó el propio Carballeira, "por los datos que conocemos hasta el momento, manejamos la hipótesis de que ambas herramientas así lo hicieron".