El gobierno vigués defendió ayer la inversión en el nuevo estadio de Balaídos tras pedir Marea que el club colabore más en la reforma. Abel Caballero aseguró que su objetivo es que "el Celta juegue en un gran campo" para que la imagen del estadio y el club "estén acordes con lo que es esta ciudad" e insistió en que servirá para su "promoción" en el exterior.

"El Celta es un gran equipo en el mundo y debe tener un campo a su altura", abundó ayer el alcalde, Abel Caballero, en respuesta al portavoz de Marea de Vigo, Rubén Pérez, que reclamó al club que colabore económicamente con la reforma del campo o que bien una vez concluida la obra se modifique el convenio entre ambas partes para que la entidad deportiva compense a la ciudad a través de un "alquiler" por el estadio municipal o bien entregando parte de los ingresos por la venta de entradas o por los derechos televisivos.

Caballero defendió la inversión que realizan el Concello y la Diputación de Pontevedra en la reforma del estadio y concluyó que a Marea de Vigo "no se la puede tomar en serio". "¿Me pregunto si harán lo mismo en A Coruña y Santiago y sus alcaldes pedirán un alquiler al Deportivo o al Compostela", le replicó el regidor vigués.

Se refirió a la reforma presupuestada en 30 millones de euros como "la mayor obra pública que se está ejecutando en Galicia" e insistió en que la inversión en el fútbol genera un retorno económico "multiplicado por 100" y contribuye a mejorar la imagen de Vigo en el exterior.

De esta forma rotunda respondía al portavoz de Marea, Rubén Pérez, que ayer por la mañana demandó al club que se "corresponsabilice" económicamente de la reforma del estadio. "La entidad privada que va a hacer negocio y es quien lo está desgastando, el Celta, tiene que poner dinero y ayudar a la ciudad para que el club pueda jugar con garantías y cumpla con la normativa de la UEFA", demandó Pérez en rueda de prensa.

En opinión de Marea, "la mejor forma de colaborar es pagar un alquiler mensual, ceder parte de los ingresos procedentes de Europa o que una vez finalizada la obra, como ocurrió con el Mallorca, se modifique el convenio para que en lugar de ceder el espacio a un euro simbólico se incorpore una contraprestación económica para la ciudad". " El portavoz de Marea no comparte que el Concello pidiese a Zona Franca que participe en la reforma de la grada de Gol.