El Puerto de Vigo tiene una grieta por la que pierde cientos de toneladas de mercancías perecederas. Productos como pesca congelada o fruta procedentes de países no comunitarios sufren una criba administrativa en Guixar desquiciante para los operadores vigueses que al final optan por desembarcar estos contenedores en Leixões. Cuando parecía que la ampliación de la bocas de PIF (Puesto de Inspección Fronteriza) y la entrada en funcionamiento de la Ventanilla Única agilizaría el despacho de toda clase de carga, las empresas alerta de que la situación "sigue igual o peor" en lo concerniente a la procedente de otros continentes. A la lentitud en la tramitación aduanera o sanitaria suman ahora el rechazo explícito de depósitos llenos por errores en la documentación. Obstáculos que estos operadores no encuentran en la terminal portuguesa, donde aseguran que "todo son facilidades". Esta nueva denuncia obliga a la Autoridad Portuaria a actuar. Su presidente, Enrique López Veiga, reconoce su "preocupación" por lo que ha ordenado una investigación para analizar todas las causas de un bloqueo del que se aprovecha, y mucho, el puerto luso.
"Vamos analizar seriamente por qué cargas con destino natural Vigo se desvían al portugués de Leixões porque esto está sucediendo y va contra natura", admite el presidente del Puerto, Enrique López Veiga. La investigación que acaba de encargar trata de "cuantificar y cualificar", en sus propias palabras, lo que gana Leixões por lo que pierde Vigo, y al mismo tiempo, qué tipo de mercancías son las desviadas. Aunque la Autoridad Portuaria ya tiene una idea aproximada. Entre los cargamentos que está captando la terminal lusa tras las fallidas gestiones para introducirlos por Vigo estarían los de pescado congelado procedentes de países de otros continentes, y de fruta como la naranja de Sudáfrica. Vigo Fresh Porto, la empresa nacida hace exactamente un año tras una inversión superior al millón de euros en una terminal hortofructícola en Guixar, figura entre las afectadas. Aspiraba a hacerse con ese cargamento de cítricos de Sudáfrica, pero tropezó con esas trabas administrativas y al final se los llevó el puerto de Oporto.
De la fruta al pescado. Desde una consignataria de Vigo expresaban ayer su "desesperación" por los problemas que encontraba hace unos meses para cerrar con una naviera una "línea regular" que podría traer de forma regular a la terminal de Guixar contenedores de pesca congelada. Al final, "una vez más", clamaba el responsable de la empresa operadora, fracasaron las gestiones que tenía avanzadas y el tráfico se lo llevó Leixões. Este afectado no tuvo reparos en señalar directamente como responsable a Sanidad Exterior.
"O corregimos esto o mal vamos. Nos están abriendo una herida grave", admite López Veiga. Antes del verano, el presidente del Puerto, Enrique López Veiga, ya se había dirigido por carta a varios ministerios instándoles a agilizar el despacho de mercancías en la terminal de contenedores "ante los graves perjuicios para las industrias que se sirven del puerto de Vigo". Las únicas respuestas que recibió echaban la pelota hacia otros tejados.
El problema está dentro. Ni el PIF funciona con la celeridad deseada y la anunciada Ventanilla Única, llamada a simplificar todos los trámites, no está ni mucho menos en marcha. Aunque como comentaba ayer uno de los operadores consultados ambas cuestiones "son solo una parte del problema". "Hay otros tapones, como el sanitario, igual o más importantes", afirman. Según algunas de las empresas que presionan al Puerto para que remedie esta situación se han dado casos en los que han tenido que esperar meses para sacar el Puerto una mercancía o acabaron por no conseguirlo.
Al Consejo de Administración
López Veiga no acepta esa creencia generalizada de que detrás de la diligencia de la terminal de Leixões está una mayor flexibilidad normativa. Que poco menos que allí hacen la "vista gorda" en cuanto a las inspecciones. "No es cierto. Las inspecciones en Leixões son serias y funcionan correctamente y pasan todos los controles", asegura.
El análisis de las posibles causas del desvío de carga a Leixões saldrá a colación en el próximo Consejo de Administración del Puerto, previsto para finales de este mes. No será una cuestión desconocida para los consejeros. En el documento del "Crecimiento Azul (Blue Growth), la nueva estrategia portuaria, se incluyen cuatro acciones específicas al respecto.
Las nuevas grúas llegarán en barco a Vigo la próxima semana
- Las dos grúas adquiridas por Termavi para Guixar ya están embarcadas en el MV Happy Sky. La previsión de Altius, filial del Grupo Davila responsable de este transporte, sitúa la salida del bude Rotterdam entre este jueves o viernes. Dependerá de cuándo concluyan los trabajos de trincaje de las estructuras a la cubierta del Happy Sky. De cumplirse la previsión podrían llegar a Vigo a principios de la próxima semana. "Probablemente el martes atraque", señalaban ayer desde Altius.Una vez en Guixar comenzarán las labores para deshacer todo todo lo hecho en Holanda. Primero liberar las estructuras de la cubierta para a continuación proceder a su desembarque en el muelle vigués y posterior encaje sobre los raíles.De la marca Nelcon, las dos grúas miden 59 metros de alto, por 77 de largo y 26 de alto, y pesan 800 toneladas cada una. Cuando ambas estén operativas se procederá a la retirada de la de mayor antigüedad, con lo que la terminal pasará a disponer de "cinco grúas portainer, número idóneo para su actual línea de atraque", aseguran desde Altius.
