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El Concello da por "estabilizada" la plaga del picudo rojo tras talar 47 palmeras y tratar otro centenar

Desde marzo el Ayuntamiento solo eliminó tres ejemplares

Palmeras afectadas por la plaga en García Barbón, en marzo. // J. Lores

El Concello considera "estabilizada" en Vigo la plaga del picudo rojo, el voraz coleóptero originario del Asia tropical que durante meses devoró palmeras a lo largo y ancho de la ciudad, la comarca y el resto de Galicia o el país. Desde octubre de 2015 los técnicos de la Concellería de Parques e Xardíns trataron en total 140 ejemplares repartidos por todo el municipio. En 47 de ellos la plaga estaba tan extendida que no hubo más remedio que talarlos. En los restantes 93 casos se aplicó un tratamiento para frenar el avance del temido insecto, que en la costa catalana, por ejemplo, devoró miles de ejemplares desde su aparición en el Baix Penedés, hace ya una década.

La tablas que maneja el Concello apuntan que el avance del picudo en la ciudad se va ralentizando, si bien tras una tremenda irrupción. En cuestión de meses el coleóptero había anidado ya en al menos un centenar y medio de palmeras de todo el municipio. Se han visto afectados ejemplares de Plaza de Compostela, Portanet, Pereiró, el Pazo de Castrelos, el Arenal, Samil, A Guía, Montero Ríos, la plaza de María Xosé Queizán, A Seara, Gregorio Espino, Travesía de Vigo o Eduardo Cabello, entre otros muchos puntos repartidos por toda la geografía local.

Los técnicos de Parques y Jardines apuntan que el picudo rojo -su nombre científico es Rhynchophorus ferrugineus- ataca sobre todo a las palmeras canarias (Phoenix canariensis) y datileras (Phoenix dactylifera), aunque también puede afectar en menor medida al género Washingtonia. Según el registro de especies que lleva la Concellería de Parques, a principios de 2015 había en Vigo 107 ejemplares solo de este último tipo con la función de "árbol de alineación", aquellos situados en bulevares, aceras, rotondas o pequeñas plazas.

Aunque desde Praza do Rei señalan que la plaga del picudo rojo está "estabilizada", también apostillan que su evolución en la ciudad dependerá de cómo se trate el problema en otros municipios limítrofes. La razón es la facilidad y la sorprendente rapidez con la que se extiende este pequeño coleóptero de color cobrizo.

Vigo no es el único municipio de la comarca que lidia contra la plaga de Rhynchophorus ferrugineus. En Mondariz, por ejemplo, el Ayuntamiento decidió aplicar un tratamiento preventivo el pasado febrero a 13 ejemplares y en Tui las inmensas palmeras de más de un siglo situadas en la Praza de la Inmaculada también sufrieron el voraz apetito del escarabajo.

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