El alcalde, Abel Caballero, ratificó ayer que propondrá al próximo pleno de Zona Franca la recuperación de La Panificadora mediante la cooperación entre el Concello y el Consorcio, tal y como adelantó FARO. Una actuación que califica de "histórica" y que espera que sea acogida "con entusiasmo" por todos los miembros del pleno del organismo estatal, que convocará a finales de mes o principios de septiembre. "Quiero una implicación total. Las piezas encajan, tiene retorno económico, este es el momento y creemos que es posible", subrayó, y lanzó un mensaje implícito a la delegada, Teresa Pedrosa, quien en declaraciones a este periódico manifestó que analizará la propuesta en cuanto se le haga llegar y está dispuesta al diálogo. "No me valen respuestas como 'lo estudiaremos', eso ya va de suyo. Quiero la involucración de todos", enfatizó, para mostrarse convencido de que su propuesta recibirá un apoyo unánime en la sesión, que será monográfica sobre La Panificadora.

Caballero, que preside el Consorcio estatal, apuntó que el mayor obstáculo para desarrollar el proyecto radica en la edificabilidad de casi 22.000 metros cuadrados fijada en el convenio que firmó el Concello con los dueños en 2003, durante el final del mandato municipal de Lois Castrillo, y que en 2006 se plasmó en el Plan Especial del Casco Vello. "Algún gobierno anterior dio a los propietarios esa edificabilidad que ahora supone una dificultad, pero creemos que es posible recuperar La Panificadora desde la cooperación entre el Ayuntamiento y Zona Franca", comentó.

Para el alcalde la alianza entre las dos instituciones es la solución adecuada para rescatar del abandono con nuevos usos la emblemática factoría diseñada por el arquitecto Manuel Gómez Román, enclavada en un lugar privilegiado del barrio histórico y que forma parte del skyline de la ciudad. "Tenemos la capacidad normativa y económica", abundó Caballero.

La propuesta que abandera combina los usos públicos y privados. Zona Franca aportaría dos tercios del coste de adquirir la propiedad, para lo que inicialmente se abriría una negociación con los dueños. El Ayuntamiento aportaría la cantidad restante. En caso de que no se alcance un acuerdo la Gerencia de Urbanismo iniciaría un proceso expropiatorio. Paralelamente tramitaría la figura urbanística para dar cabida a los nuevos usos en el solar. Por ahora Caballero no ha dado cifras del posible monto de la operación, ya que interferiría en la negociación con los propietarios.

"La recuperación tiene que hacerse desde una dinámica de cooperación público-privada", explicó ayer. El Concello centraría los usos de la parte que pasaría a manos municipales en la creación de equipamientos culturales y sociales. "Sería una actividad pública de gran envergadura", asegura. Además se abriría "una gran plaza pública". Zona Franca desarrollaría por su parte actividades ligadas a sus fines. Como ejemplo el alcalde citó centros de investigación, oficinas, espacios de coworking y laboratorios empresariales. Aunque no lo especificó su propuesta incluye que, en el apartado de investigación, se instale en La Panificadora el Centro de Evolución Gastronómica de Galicia, un proyecto que abandera desde hace años Zona Franca y que por ahora no cuenta con sede.

El conjunto se completaría con "pequeñas zonas residenciales" que permitirían un mayor retorno económico de la inversión. Las viviendas tendrían unas características acordes con la rehabilitación de una zona emblemática del pasado industrial vigués, en línea con otras operaciones de recuperación de espacios urbanos de valor histórico en grandes ciudades. Durante el desarrollo del proyecto se hablará, según anticipó, con entidades sociales y culturales para conocer sus aportaciones.

Invertir en la ciudad

El alcalde, que frenó los presupuestos de Zona Franca para 2017 en julio al considerar que algunas de las actuaciones que incluye "regalan dinero de Vigo a la Xunta", resaltó ayer que el Consorcio debe invertir en un proyecto de ciudad. "Tiene que hacer una gran actuación en Vigo. Lleva muchos años descuidando la atención, estos cuatro últimos especialmente pero también los anteriores. Se acabó el tiempo en que Zona Franca deja de invertir en la ciudad", proclamó, para agregar que el millonario plan que ejecuta el Consorcio en el polígono de Balaídos no le supone un esfuerzo. "Obras para Citroën las hace cualquiera, es el mejor cliente del mundo", opina. Además, criticó la construcción del Centro Comercial A Laxe, promovido por el ente estatal. "No queremos esas aberraciones. Esa zona tenía que estar dedicada al mar en términos arquitectónicos", abundó.

Críticas de Marea

Por su parte, el grupo municipal de Marea pidió que la propuesta para La Panificadora "concrete algo el futuro del edificio" y sostiene que no hay "voluntad real de darle solución a este espacio". El portavoz de la fuerza política, Rubén Pérez, demandó información "actualizada" sobre el estado legal del ámbito tras la anulación del Plan Xeral, y añade que su formación defiende la conservación y rehabilitación íntegra de todo el conjunto, primando la reutilización como espacio público.