Tras un cierre de más de diez meses, el mercadillo de Coia reanuda su actividad bajo un ambiente de tensión. La sombra del tiroteo en la VG-20 el pasado 21 de octubre entre los clanes de los morones y zamoranos que propició la clausura de estas ferias estará presente en su reapertura. Así lo admitió el presidente la Asociación Galega de Ambulantes e Autónomos, Francisco Romero Alvite, quien asegura que "tendrán que pasar al menos tres meses para volver a la completa normalidad".

Romero confiesa que las continuas amenazas de muchos ambulantes al perder sus puestos y la aguardada presencia policial en la reapertura de la feria en A Bouza condicionarán en exceso a los vecinos que se pensarán "dos veces" si venir. "No contamos con que venga mucha gente. Tienen mucho recelo tras el incidente y la declaración pública de amenazas. Necesitaremos al menos tres meses para que la situación se normalice. A partir de ahí, los mercadillos funcionarán mejor que nunca", resalta Romero Alvite.

Independientemente de cómo y bajo qué circunstancias se produzca, el presidente de los ambulantes destaca que lo principal era volver a la actividad. "Fueron muchas las familias que lo han pasado realmente mal, cerca de 10 meses sin ingresos. El 70% de ellos han tenido que irse a otras zonas, pero han perdido 8 días de trabajo al mes, que en un total de 10 son muchas pérdidas", lamentaba Romero, sin obviar la alegría por la reapertura en unas condiciones "lícitas". "No se nos ha consultado a ninguno de los ambulantes a la hora de establecer los permisos, pero aún así estamos felices por volver a abrir y poder trabajar de forma legal y con compañerismo, como siempre se ha venido haciendo", destaca el comerciante.

Tasas "inasumibles"

Las quejas de este sector frente a las decisiones tomadas por el gobierno local giran en torno a dos cuestiones: el tamaño de los puestos, que aseguran deberían ser mínimo de 12 metros y no 6 y el "inasumible" precio de las tasas. Con respeto a su llamamiento por parte del Ministerio Público, Romero asegura que era necesario "tomar cartas en el asunto, ya que cerca del 70% de los ambulantes vendían sin permisos y pagando dinero del que se desconoce el destinatario". "Esperemos que mi declaración valga para que Fiscalía siente a quien tenga que sentar, como si del alcalde de Vigo se trata", apunta.

Esta reanudación del mercado de Coia contará con un total de 75 puestos de los 122 con los que cuenta el recinto. El no cumplimiento de los requisitos fijados por el Concello para poder optar a una de estas plazas provocó que cerca de la mitad del espacio permanezca vacío. A medida que los vendedores tengan sus papeles en regla se les irán asignando un puesto por sorteo, al igual que ocurre en Bouzas, que abre también este domingo tras 10 meses clausurado.